«Nos lastró nuestro mal comienzo del partido, sólo nos metimos alfinal» El TAU contra los gigantes con el CSKA y el Maccabi como favoritos

El entrenador del Grupo Begar León, Gustavo Aranzana, tuvo que dar su rueda de prensa con el sonido de fondo de la celebración, por parte de la afición manresana, de la permanencia en la Liga ACB. Era lógico. Las paredes no aislaban la alegría que se vivia en el Nou Congost. Aranzana felicitó «sinceramente, al Manresa porque es muy difícil estar en la ACB cada año con presupuestos tan ajustados como los nuestros, y ellos lo han conseguido de una forma muy justa. Manresa ha hecho este año un excelente trabajo y sobre todo su entrenador, Jaume Ponsarnau». Sobre el partido, destacó que «hemos empezado muy mal aunque lo hemos intentado y sólo nos hemos podido meter en el partido al final momento en que nos ha lastrado todo lo anterior y la lógica intesidad de ellos que se estaban jugando todavía la salvación». El técnico vallisoletano lamentó no haber podido disponer de Hughes «porque lo hemos notado en el rebote. Justo cuando hemos estado a punto de poder voltear han sido precisamente dos rebotes perdidos que casi teníamos los que no nos han dejado. Eso, y una noche aciaga en tiros libres». Aranzana afirmó finalmente que su equipo «ha querido», que no había venido «derrotado de salida, aunque mentalmente era difícil jugar descendidos, lo hemos hecho con orgullo. Pero nos hemos que dado cortos de anotación». Era una final destinada al lucimiento del Real Madrid. Pero el equipo de Joan Plaza sucumbió ante el poderío del Olympiacos y del Macccabi y tendrá que ver el partido desde casa, viendo con envidia al Tau Vitoria. Porque los baskonistas acuden por cuarta vez consecutiva a una 'final four' con la esperanza del 'esta vez, sí'. Se aferran a un clavo ardiendo, al sueño de repetir la final de Moscú (2005) y ganar. Pero, una vez más, el club vasco se encuentra en su camino con dos clásicos de este deporte, Maccabi y CSKA, dispuestos a incluir otra Euroliga a sus vitrinas. El cuarto en discordia, el Montepaschi de Siena, llega con la ilusión del novato al Palacio de los Deportes madrileño. Los vitorianos debutarán ante la afinada maquinaria rusa dirigida por Ettore Messina. El entrenador azulgrana, Neven Spahija, tiene la única duda de Jasaitis, que arrastra algunas molestias, y el un rival con mayúsculas: el CSKA de Moscú. «Es un equipo que se caracteriza por su buena química. Saben defender y atacar muy bien y son peligrosos si se les deja hacer el baloncesto que mejor saben», apuntó el entrenador croata, que debuta en el torneo.