Gran Premio de Gran Bretaña
Hamilton se exhibe en el caos
Lewis fue el mejor sobre una pist a inundada de agua en la que Alonso firmó la sexta posición
Lewis Hamilton no defraudó en casa y se adjudicó una brillante victoria en el GP de Gran Bretaña, que se disputó bajo una intensa lluvia y estuvo plagada de incidentes. El piloto de McLaren, que aventajó en más de un minuto al segundo clasificado, Nick Heidfeld y en casi minuto y medio al tercero, el sorprendente Barrichello, dobló al resto de sus rivales. Fernando Alonso, que en las últimas vueltas de carrera fue superado por Raikkonen y Kovalainen finalizó en sexta posición, el mismo puesto desde el que tomó la salida. Tal y como habían avanzado las previsiones meteorológicas, la lluvia marcó la prueba en la que Hamilton conquistó su tercer triunfo del año y el séptimo en su carrera deportiva. El piloto de McLaren hizo una salida prodigiosa desde la cuarta posición de la parrilla, adelantando a Webber y Raikkonen, y situándose segundo, sólo por detrás de su compañero Kovalainen al que adelantó en la quinta vuelta. A partir de ese momento, el inglés imprimió un impresionante ritmo de carrera que le permitió distanciarse de todos sus rivales y finalmente doblarlos a todos con la excepción de Nick Heidfeld. El piloto británico siguió una estrategia de dos paradas en boxes y, a diferencia de lo que hicieron Raikkonen y Alonso, montó un juego de neumáticos intermedios nuevos en su primera parada, lo que le permitió mantener su ritmo cuando comenzó a llover con fuerza. Hamilton completó una carrera bastante cómoda en cabeza, todo lo contrario que el resto de sus rivales. Las alternativas en carrera fueron constantes y finalmente el gran beneficiado de las numerosas salidas de pista y errores de pilotaje fue Heidfeld, que tras tomar la salida en quinta posición sumó su tercer podio de la temporada y por segunda vez este año acabó por delante de su compañero en BMW, Robert Kubica. El polaco abandonó al salirse de la pista. Alonso finalizó en la misma posición en la que tomó la salida de la carrera, en donde hubo momentos en los que tuvo muy cerca el podio. Pero la estrategia de su equipo de no cambiar los neumáticos en su primera parada le perjudicó de forma ostensible. La previsión de Renault era que no iba a volver a llover, pero nada más salir de boxes, comenzó a hacerlo, y siete vueltas después el asturiano tuvo que volver a entrar en boxes para cambiar los neumáticos y repostar la suficiente gasolina para acabar la carrera. El tercer puesto en el podio fue para Barrichello, que colocó los neumáticos de lluvia extrema y acertó. El piloto de Honda demostró las grandes cualidades que le adornan a la hora de pilotar sobre mojado y consiguió regresar al podio tres años después. La última vez que el brasileño había subido al podio fue como piloto de Ferrari en el GP de Estados Unidos de 2005. Por detrás del brasileño concluían dos de los pilotos que más acusaron la lluvia, los finlandeses Raikkonen y Kovalainen. Y tras ellos el propio Alonso.