Un gran segundo tiempo le basta al Reale Ademar

Arrancó la pretemporada del Reale Ademar de León. El equipo, ayer entrenado por Jacobo Cuétara por el compromiso de Jordi Ribera con la selección brasileña, echó a andar contra un adversario de entidad Asobal, el Naturhouse La Rioja de Jota González. Y saldó con buena nota el estreno. Ya que a pesar de ir perdiendo al descanso por un contundente e inapelable 11-19, por la falta de ritmo y acoplamiento habitual a estas alturas del año, los ademaristas supieron subir su intensidad defensiva en el segundo tiempo y empezar a desarrollar el juego de rápidas transiciones que los técnicos de la casa quieren. Así, de la mano de un incomensurable Héctor Castresana, Ademar le dio la vuelta a la tortilla y remontó el marcador adverso para finalizar con un 31-29, que da ánimo al grupo para seguir trabajando intensamente. La falta de ritmo fue la tónica predominante durante la primera media hora de juego, Reale Ademar de León acusó en exceso la falta de rodaje y Naturhouse La Rioja, con más semanas de preparación en el zurrón que su contrincante, hizo valer su mejor tono físico. Además los discípulos de Jacobo Cuétara se mostraron sumamente imprecisos en la circulación del cuero, cometiendo errores infantiles en la entrega que facilitaban las incursiones por banda de los riojanos. Aún así aguantaron los leoneses en el electrónico de la mano del incombustible Héctor Castresana que, desde la posición de pivote, lograba encontrar con facilidad la malla rival. Al batallador jugador leonés se le unía Daniel Sarmiento con rápidos contragolpe, aunque no eran suficiente para contrarrestar la efectividad riojana. Con 11-15 en el luminoso se entró en el tramo final del primer tiempo, en el que la sequía asoló el ataque de Ademar, en gran medida gracias al acierto en sus intervenciones de un espléndido Gurutz. Jacobo Cuétara tenía mucho que corregir al descanso para que los leoneses volvieran a meterse en liza. Y así parece que sucedió. El míster suplente leyó la cartilla a los suyos, les pidió intensidad defensiva y velocidad en ataque, armas que acabaron por resultar definitivas. Los nuevos también empezaron a aportar en el juego ofensivo, aunque de nuevo era Héctor Castresana el que llevaba la voz cantante. El leonés contagió con su espíritu fajador a sus compañeros y, desde la defensa, llegó la fluidez y la soltura en el otro lado de la cancha. Ademar pudo salir al contragolpe y coger siempre con la retaguardia baja a los de Logroño. Naturhouse, no obstante, a pesar de verse acorralado por su adversario iba por delante en el marcador, lo que aprovechó Jota González para dar entrada a todos sus jugadores de banquillo y empezar a probar combinaciones de cara al inicio de la competición. Este factor fue determinante, ya que el equipo leonés continuó aplicando un severo correctivo y logró igualar la contienda a 27 goles a falta de cinco minutos, para endosar un parcial de 4-2 hasta el bocinazo final, que da la primera victoria al Ademar.