El Gobierno ingresará 5.530 millones con la privatización de Barajas y El Prat

El Gobierno acelera al máximo la privatización de Aena ante el declive de las cuentas públicas, lastradas por la obligada austeridad que imponen la crisis y los infaustos mercados. Ya se conocen las primeras cifras de un proyecto casi tan faraónico como algunos de los grandes aeropuertos. Según los datos que maneja el Ejecutivo, la concesión durante 20 años (prorrogables por otros cinco) a los operadores privados de la gestión de los aeropuertos de Madrid y Barcelona reportará como mínimo 5.530 millones de euros. Un dinero que, casi con toda seguridad, servirá para enjugar el déficit público. El Estado mantendrá un 9,95% en cada una de las dos filiales -”una por instalación-” que se licitarán. Porcentaje desde el que aportará «su experiencia», según fuentes gubernamentales. Las ofertas llegarán a partir del próximo día 30, con el objetivo de que los concursos se resuelvan a finales de año.

Por su parte, Aena mantiene un intenso pulso con el departamento que dirige Elena Salgado, a la que reclama poder reducir deuda con el monto que se obtenga de los grandes aeropuertos y, de esa forma, «poner guapa» a la matriz, de la que se quiere privatizar hasta un 49%. Así lo reconocen fuentes del operador público, que explican que los más de 5.500 millones serían un fantástico balón de oxígeno con el que menguar los 12.000 millones que debe la compañía. Ese empujón financiero permitiría también presentar a los eventuales inversores una Aena Aeropuertos (firma que se privatizará en su día) más atractiva y «con dividendo desde el primer día», añadieron las mismas fuentes. Por el momento, parece que gana la idea de achicar el déficit. El ministro de Fomento, José Blanco, explicó la operación tras la reunión del consejo de ministros y se refirió a esa inyección como «ingresos» para el Estado ante la pregunta de si el Ejecutivo preparaba nuevos recortes.