España aumenta el número de turistas internacionales pero se reduce el gasto
En 2014 llegaron al país 65 millones de visitantes, el mejor dato de su historia.
Más llegadas. Más turistas británicos, alemanes y franceses. Más ocupación. Más aportación del sector al PIB y a la balanza de pagos. Más sol y playa. Más ingresos totales. Más visitas guiadas. Más referente mundial. Más cifras récord. Y sin embargo, un gasto por turista y gasto medio diario menor o estancado. Esa es la paradoja del turismo en España. La mareante cantidad de viajeros que llegan cada año no logra mejorar esos indicadores que llevan a algunos expertos a plantearse si es sostenible a largo plazo este modelo turístico o si España corre el riesgo o la tentación de convertirse en un destino de bajo coste. Una circunstancia que pondría en riesgo la rentabilidad de los negocios para los empresarios del sector al verse obligados a competir en precios con destinos aún más baratos.
Las cifras son elocuentes. En 2014 llegaron a España 65 millones de turistas, el mejor dato de su historia que colocó una vez más al país como tercera potencia mundial del sector solo por detrás de Francia y Estados Unidos. Unos datos que siguen mejorando en los primeros meses de 2015 con subidas del 4,5%. Este aumento de llegadas impulsó el gasto total en 2014 un 6,5% hasta los 63.094 millones. Sin embargo, al mirar la letra pequeña de este apartado surgen algunas de las incógnitas sobre el modelo. Y es que el gasto por turista el año pasado descendió un 0,6% hasta los 971 euros. Es cierto que todavía es superior al registrado en 2012 (966 euros), pero también es verdad que entonces hubo 7,5 millones de turistas menos y Europa (de donde proceden al inmensa mayoría de los viajeros) se encontraba en plena crisis existencial del euro.
Ese desfase entre aumento de ingresos totales y disminución del gasto por turista se debe a que la mayor llegada de viajeros no fue correspondida por un incremento del gasto individual. De hecho, los mercados con más afluencia de visitantes no son los más propensos a rascarse el bolsillo. Así, los británicos (los más numerosos con 15 millones de visitantes) tuvieron en 2014 un gasto medio diario excluido el transporte de 75,33 euros, según datos de la patronal del sector Exceltur. Los franceses (10,6 millones) se dejaron 61,12 euros al día y los alemanes (10,4 millones) 81,49 euros. Cifras inferiores a los 95,65 euros que gastan los turistas de países nórdicos (5 millones), los 127,62 euros de los estadounidenses (1,2 millones) y los 110,07 euros de los rusos (1,4 millones).
La clave está en que los mercados que más crecen cada año en llegadas no son los que más gastan, como es el caso de los belgas, que aumentaron un 16,4% y cuyo gasto diario apenas fue de 68,11 euros o el de los italianos, con un espectacular incremento del 14,6% pero un gasto de 80,39 euros. Por contra, aquellos turistas de una nacionaldiad con mayor poder adquisitivo como el estadounidense apenas creció un 2% en 2014. Mucho peor es el caso del turismo ruso que con un gasto de 110 euros se desplomó un 10,3% el año pasado y apunta a cifras del 70% en 2015.