Telefónica activa su plan B para lograr 12.000 millones tras el veto a vender O2

José Antonio Bravo | Madrid

Telefónica no se va a parar pese al golpe de Bruselas. Así se lo aseveró ayer a sus principales colaboradores el nuevo presidente de la compañía, José María Alvarez Pallete, quien aunque ya era consciente —desde su puesto anterior como consejero delegado— del riesgo importante de que la Comisión Europea terminara vetando la venta de O2, su filial británica, es ahora como máximo responsable (apenas lleva mes y medio) cuando la afrontará. «No es una buena noticia para el sector», anticipaba ayer el primer ejecutivo de la operadora, a la vista de que en todos los mentideros se daba por seguro la prohibición de las autoridades comunitarias, oficializada 24 horas después. No obstante, decía asumirla con «tranquilidad» y con la empresa «preparada». De hecho, durante la presentación de los resultados trimestrales el pasado 29 de abril ya anunció que disponía de varias alternativas para ello. Y no hablamos solo de un plan B, puesto que desde la multinacional española pusieron ayer sobre la mesa hasta media docena de variantes distintas, y a su vez complementarias entre si. El objetivo es lograr 12.000 millones de euros con los que reducir su elevado ratio de apalancamiento, puesto que con el traspaso de O2 iba a conseguir reducirlo de las 3,1 veces su oibda (resultado operativo antes de amortizaciones) con que empezó 2016 hasta las 2,35 veces con que esperaba cerrar el ejercicio.