Fomento ve «imprescindible» licitar las autopistas de peaje en riesgo de quiebra

J. A. B. | Madrid

El futuro de las ocho autopistas de peaje que se encuentran en concurso de acreedores y, más en concreto, a un paso de la quiebra, pasa por volver a ser licitadas en concurso público entre otras posibles compañías privadas interesadas en su gestión. Así lo anunció ayer el ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, quien consideró «absolutamente imprescindible» ese camino para asegurar su viabilidad.

En un primer momento, no obstante, pasarán a volver a estar en manos del Estado (a través de la sociedad pública Seittsa) una vez concluyen los procesos concursales todavía abiertos, algo que en la mayoría de ellas se producirá a lo largo de este año. Cuando ello se produzca se activaría la llamada responsabilidad patrimonial de la administración (RPA), lo que en la práctica supone que el Gobierno deberá indemnizar a las concesionarias actuales y a las constructoras.

La cuantía aún no está clara, aunque desde la patronal Seopan elevan la cifra final cerca de los 5.500 millones de euros. El Ministerio de Hacienda, sin embargo, estima que descontando el coste de las expropiaciones (entre otros conceptos) y atendiendo a la normativa podría terminar bajando de 2.500 millones. Llegado el momento, la licitación de esas vías de pago —apuntó De la Serna— se haría probablemente «en paquetes para conseguir sinergias». Matizó, no obstante, que la forma final del concurso «está todavía por definir», aunque dijo que sería «importante» recurrir a la formula de bloques. La deuda financiera de las ocho autopistas en concurso asciende a 3.400 millones.