La situación crítica de Venezuela atrapa a las multinacionales españolas
Las compañías con presencia en el país se enfrentan a un problema común: la hiperinflación.
José M. Camarero | Madrid
A pesar de los efectos financieros que puede tener la reciente declaración de «impago selectivo» para la deuda pública de Venezuela, tal y como lo han anunciado esta semana las agencias de calificación Standard&Poor´s (S&P) y Fitch, la pésima nota creditica que estas firmas otorgan a la gestión del Gobierno de Nicolás Maduro solo supone un bache más en el complicado camino por el que transcurren las empresas españolas con presencia en el país bañado por el Caribe.
La resignación es el término que mejor define la actitud de corporaciones que aún mantienen actividad en ese territorio, otrora uno de los puntos de referencia económico de América Latina: Telefónica, BBVA, Mapfre, Meliá, Duro Felguera, Elecnor y Repsol configuran el grueso de las multinacionales con más intereses en el país.
Pero todas ellas se enfrentan a un problema común: la hiperinflación. «Los precios de los productos y servicios básicos se duplican semana tras semana», indica Robert Tornabell, profesor de ESsade. Para el próximo año, el FMI estima que la subida de precios será en 2018 superior al 2.500% (la de España, por ejemplo, alcanzaría el 1,4%). «La gente corre para comprar porque los costes se disparan por minutos y se ha creado una nueva profesión, la de quienes esperan haciendo cola por las noches a las puertas de las tiendas», explica Tornabell. Esta realidad microeconómica tiene un fiel reflejo en el campo empresarial: los ingresos que obtienen las multinacionales por su actividad en Venezuela quedan reducidos a su mínima expresión porque la divisa del país —el bolívar— está tan devaluada que en su transformación a dólares —la moneda más usada en las transacciones internacionales— pierde casi todo su valor. Por eso, para la mayor parte de esas corporaciones «es más costoso salir del país que quedarse», apunta Carlos Malamud, investigador principal del Real Instituto Elcano.