La inflación se mantiene disparada y desborda toda la cesta de la compra

El alza continuada de precios que soportan familias y empresas desde el pasado verano ha dejado de ser un problema acotado al coste de la luz para convertirse en una merma de poder adquisitivo en prácticamente todos los productos y servicios de los que se abastecen los españoles en su vida diaria. Finalmente, la inflación cerró enero con una subida interanual del 6,1%, una décima más que lo estimado inicialmente por el INE. Con el dato del primer mes del año liquidado, el IPC acumula ya diez meses por encima del 2%, el objetivo histórico de contención de precios marcado por el Banco Central Europeo (BCE). Y suma dos meses seguidos en tasas superiores al 6%, niveles que no se veían desde hace casi tres décadas.

La escalada de los precios da un ligero respiro a León en el primer mes de enero, aunque la tendencia al alza sigue siendo sensiblemente más intensa que en el resto del país. En enero el Índice de Precios al Consumo (IPC) bajó en la provincia un 0,1%, lo que deja el dato en los últimos doce meses en un incremento del 7,7%. Sólo Huesca (7,85%) y Toledo (7,9%) registran en el país un incremento interanual más elevado que el leonés.

Estadísticamente hablando, tras la Navidad el coste de la electricidad ha caído con respecto al de diciembre, cuando marcó récord históricos. En cualquier caso, el precio de la luz es ahora un 46% superior al de hace un año (en diciembre era un 78% superior). También se han moderado en el inicio del año los precios de los paquetes turísticos y una parte de los alimentos si se comparan con las cifras del mismo periodo del año pasado.

Sin embargo, el dato que más preocupa ahora es el de la inflación subyacente. Esto es, el de la subida de precios sin contar con los productos más volátiles, como la luz o los frescos. Ese registro se encuentra en el 2,4%, la tasa más elevada desde el año 2012. Los ejemplos de esta espiral no dejan lugar a dudas en toda la cesta de la compra. En el último año, el aceite ha subido un 30%, las frutas casi un 9%, la carne más de un 12%, las harinas y cereales más de un 10%, el arroz un 8% y la leche más de un 6%.

Pero tampoco han escapado de la inflación las prendas de vestir (hasta un 5% más caras ahora) a pesar de la campaña de rebajas. El problema se traslada directamente al bolsillo de los ciudadanos, que están viendo cómo su poder de compra se recorta mes a mes, puesto que los salarios no se elevan al mismo ritmo. La evolución de los precios se sitúa 4,1 puntos porcentuales por encima de los salarios de convenio, que registraron una subida del 2% en enero, según el avance mensual del Ministerio de Trabajo y Economía Social. Es decir, que están perdiendo ya más de cuatro puntos de capacidad de compra. A pesar de que se espera una moderación paulatina a lo largo de 2022, los expertos cada vez prolongan más el periodo de alto IPC.