Unicaja se desmarca de la gran banca y registra un beneficio de 267 millones, un 4% menos

Unicaja se desmarca de los resultados récord obtenidos por las grandes entidades españolas (Santander, BBVA, CaixaBank, Sabadell y Bankinter), que despidieron 2023 con unas ganancias conjuntas récord de más de 26.000 millones de euros, un 26% superiores a las del año anterior. Frente a esa evolución, la entidad que desde el pasado viernes preside José Sevilla cerró el ejercicio con un beneficio de 267 millones de euros, lo que implica una caída del 4%.

El banco andaluz también se benefició del entorno de altos tipos de interés, con un margen de intereses de 1.353 millones de euros, un 26% más. Eso, sumado a los ingresos por comisiones que también avanzaron un 1,6% hasta los 533 millones, derivó en un margen bruto (ingresos totales) de 1.776 millones de euros, un 10,6% más. Con este telón de fondo, el banco culpa de sus peores resultados al impuesto al sector aprobado por el Gobierno, que supuso un cargo para la entidad de 63,8 millones. De hecho, en el comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Unicaja indica que su beneficio habría ascendido a 330 millones, un 19% más que el año anterior. Del mismo modo, también impactó la provisión extraordinaria de 207 millones de euros en el cuarto trimestre que se realizó para acelerar la caída de activos improductivos. Aun así, las métricas de riesgo evolucionan favorablemente, con una morosidad del 3,1%.

Pese a la caída de resultados, el mercado acogió estas cuentas con fuertes subidas del 6,8% en Bolsa hasta los 0,93 euros, gracias sobre todo a la mejora registrada en determinadas ratios como la solvencia. En concreto, el indicador de capital de máxima calidad alcanzó el 14,7%, 1,7 puntos más que el año anterior. Eso ha permitido anunciar una mejora en la retribución al accionista con el objetivo de distribuir en torno al 50% del resultado neto en dividendos en efectivo cada año. En concreto, y sujeto a la autorización pertinente, el plan de Unicaja pasa por acometer una nueva recompra de acciones de hasta 100 millones de euros, hasta un máximo del 3,8% del capital, así como el pago de un dividendo de 132 millones de euros. En todo caso, la cifra estaría en línea con el dividendo de casi 129 millones abonados con cargo a los resultados de 2022, que implicó un ‘pay out’ (parte del beneficio que se destina al dividendo) del 49,5% del beneficio del grupo. Durante una conferencia con analistas, el consejero delegado de la entidad, Isidro Rubiales, destacó que el objetivo es lograr que esa rentabilidad (medida por el Rote) se sitúe por encima del 9% el próximo ejercicio, desde el 5,3% actual.