Diario de León

La pelea con Junts para lograr sacrla adelante se prevé larga y compleja Aprueba el nuevo cuadro macroeconómico con una mejora del PIB al 2,6%

El Gobierno aprueba la reducción de la jornada sujeta a cambios

Díaz y Cuerpo cierran el conflicto y encaran ahora juntos una negociación en el Congreso

Yolanda Díaz junto a Pilar Alegría y Carlos Cuerpo. Mariscal

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lucía palacios
Madrid

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La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, ha vuelto a ganar otra batalla. Después del conflicto abierto con el ministro de Asuntos Económicos, Carlos Cuerpo, el Gobierno ya cerró filas y aprobó este martes el nuevo anteproyecto de ley que reducirá la jornada laboral de los trabajadores españoles a 37,5 horas semanales después de más de cuatro décadas congelada en 40 horas. Y dio el visto bueno al texto tal cual lo acordó Díaz con los sindicatos, sin cambiar ni una sola coma. Esa era su línea roja y finalmente ni Cuerpo ni ningún miembro del Gobierno la ha traspasado. El anteproyecto de ley también implica otras medidas, como el derecho irrenunciable a la desconexión digital y el nuevo registro de jornada, que deberá ser digitalizado y al que la Inspección de Trabajo y la Seguridad Social podrán acceder en remoto y en tiempo real. Además, no tenerlo o falsearlo implicarán multas más elevadas, de hasta 10.000 euros por cada trabajador afectado. Sin embargo, este «día histórico», en palabras de la titular de Trabajo, solo es una primera victoria de una guerra que realmente tendrá que resolverse en el Congreso de los Diputados.

Y ahí es donde, ya se sabe, la nueva norma para reducir la jornada laboral de 12,5 millones de españoles —los que tienen ahora horarios superiores a 37,5 horas a la semana— sí que cambiará, y previsiblemente de forma considerable. Con seguridad se incluirá un paquete de ayudas e incentivos para acompañar a las empresas en esta reducción de horas, pero incluso podría suceder que en la Cámara baja se pactara postergar su entrada en vigor más allá del 31 de diciembre de 2025. Precisamente, esta es una de las condiciones a la que Díaz se niega a ceder, ya que supondría incumplir el acuerdo de Gobierno entre el PSOE y Sumar, pero que desde el ala socialista del Ejecutivo sí ven con buenos ojos para contentar a la patronal, que defiende que hay que respetar los convenios colectivos en vigor. La ministra de Trabajo recalcó que «a pesar de que el acuerdo es bipartito, tiene el marchamo del diálogo social», en referencia a las críticas que este martes manifestaron desde la patronal, que advirtió que retransmitirán a los partidos políticos su rechazo frontal a esta medida y presionarán para frenarla.

El anteproyecto de ley también implica el derecho irrenunciable a la desconexión digital y el nuevo registro de jornada, que debe ser digital

El Gobierno confía en disparar la inversión

La economía española crecerá un 2,6% en 2025 y un 2,2% en 2026, según los cálculos del Gobierno, que superan en dos décimas su anterior cuadro macroeconómico y que son las más optimistas hasta la fecha. Otros organismos de análisis como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la OCDE o BBVA Research prevén un avance del 2,3% para 2025, y solo el Banco de España se acerca más, hasta el 2,5%. Pero el Gobierno cree que la economía tendrá un buen desempeño en 2025 tras el buen cierre de 2024, al aumentar el Producto Interior Bruto (PIB) por encima de lo previsto hasta el 3,2%, lo que supondrá la creación de un millón de nuevos empleos en dos años. La economía cerró 2024 con 500.000 nuevos puestos de trabajo, y los cálculos del Ministerio de Economía van en la misma línea para 2025 y 2026. En tasa de paro, el Gobierno calcula ir reduciendo el desempleo hasta 10,4% este año (un punto porcentual por debajo de 2024) y que a cierre de 2026 se consiga bajar de la barrera psicológica del 10%, algo que el Banco de España calcula que ocurra un año más tarde. Este martes el Gobierno aprobó la actualización del cuadro macroeconómico en Consejo de Ministros con las nuevas cifras de PIB, demanda nacional y exterior, así como los cálculos de ocupados y tasa de paro. Pero las previsiones fiscales, principalmente las referidas al déficit y la deuda pública, que suelen presentarse habitualmente en el mismo momento por su conexión directa con la actualización de PIB, no la han dado en esta ocasión. Fuentes de Moncloa indican que el objetivo de déficit de 2024 sigue en torno al 3%, aunque el gasto producido por la dana puede variar algo esta cifra. En su cuadro macro anterior, el Gobierno estimaba que España cerraría 2025 con un déficit del 2,5% y del 2,1% en 2026, unas cifras que al BE le parecen demasiado optimistas y calculan un 2,9% este año y un 2,7% de déficit público a cierre de 2026.
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