Diario de León

Un plan Marshall para los árabes

EE.UU. tendrá que recurrir a las grandes fortunas para lograr que las democracias se asienten en los países con revoluciones

Barack Obama, en una fotografía de archivo en la Universidad de Cleveland.

Barack Obama, en una fotografía de archivo en la Universidad de Cleveland.

Publicado por
mercedes gallego | nueva york
León

Creado:

Actualizado:

Aaron Miller tiene un mensaje para el presidente Barack Obama: «No busques una gran estrategia hacia la revolución y las reformas del mundo árabe porque no la hay. Tendrá que ser caso por caso». Quien se lo dice ha sido asesor de seis secretarios de Estado y ha ayudado a formular la política de su país hacia Oriente Próximo desde 1978 hasta el 2003, así como a negociar los procesos de paz entre Palestina e Israel. Pero ni Miller pudo anticipar lo que se avecinaba. Se sabía que la sucesión de Hosni Mubarak en Egipto sería problemática. Que el país estaba maduro para rebelarse contra su decisión de delegar el poder en su hijo, pero «esto cogió a todo el mundo por sorpresa», confiesa. «Nadie que yo conozca, insisto, nadie, dentro o fuera del Gobierno, vio venir esto con la intensidad la fuerza y la forma tan repentina en la que ha ocurrido. Ha sido realmente un evento transformador y como en la mayoría de los eventos transformadores, no somos muy buenos previniéndolos».

La CIA tendrá que aceptar que se le escapó la revolución árabe tanto como el 11-S, pero ¿y ahora qué? Con esa pregunta se fueron la semana pasada a la región los senadores Joe Lieberman y John McCain a rastrear el olor a jazmín. «Lo que me da miedo no son las primeras elecciones democráticas -”les confesó una chica-” sino las segundas», cuando la clase media que ha empujado la revolución por cuestiones económicas se dé cuenta de que la democracia no traerá de por sí sola la prosperidad a la que aspiran.

En Egipto desayunaron con un joven que cogió su Blackberry y les dijo: «En tres horas puedo tener 200.000 personas en esa plaza» Para cuando regresaron a casa, los dos primeros ministros con los que se habían reunido en Túnez y Egipto ya habían dimitido. Boquiabiertos, los dos veteranos senadores le preguntaron al primer ministro israelí Benyamin Netanyahu qué política debía seguir ahora EE.UU.: «Necesitáis un nuevo plan Marshall para el mundo árabe, pero como ahora estáis con problemas de déficit tendrá que hacerse con inversiones privadas.

tracking