Evo Morales pide perdón por la represión a los indígenas

"Nuevamente quiero decirles a las familias víctimas que nos disculpen, que me perdonen, pero quiero que sepan: no ha habido ninguna instrucción ni jamás habíamos pensado que podría ocurrir de esa manera, duele bastante, como víctimas que hemos sido en muchas oportunidades de la represión por la fuerza pública".

Evo Morales volvió a hacer un acto de contrición ante los bolivianos en el momento político más delicado desde que llegó al poder, en enero del 2006. La represión contra las comunidades indígenas que no quieren que una carretera atraviesa una reserva natural, ha enervado a parte de los sectores sociales que apoyaron históricamente al Gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). Morales sintió el impacto de la huelga general del miércoles así como el tenor de los insultos que ha recibido en las últimas horas. "Si este es el cambio/ el cambio es una mierda”, se coreó en las calles de La Paz. Las protestas, dijo, obligan a "corregir nuestros errores". El presidente entendió lo que se ha dicho en las calles: "Esto es una profunda llamada de atención ".

Las movilizaciones de las comunidades de la amazonía boliviana han provocado una serie crisis en el Gobierno. La Justicia ha comenzado a investigar lo ocurrido. Y aunque no ha habido ninguna víctima fatal, el tema adquirió tal espesura política que obligó a Morales a desmarcarse una y otra vez de la represión, para atenuar los costos ya pagados y, tal vez, por pagar.

El mandatario reiteró que la orden de apalear a los indígenas no provino de él. "Jamás en el Gobierno hemos pensado que podría suceder semejante agresión a los hermanos indígenas", señaló. "Quiero decirle al pueblo boliviano, con mucha sinceridad, yo, como víctima junto a muchos de mis compañeros, compañeras del Trópico de Cochabamba y de Bolivia, nunca podría instruir que haya una violencia como la realizada en Yucumo, como ha visto el pueblo boliviano", agregó.

Por lo pronto, un comisión gubernamental de alto nivel se reunirá con algunas de las comunidades díscolas "con agenda abierta". Las autoridades ya conocen algunas de las demandas: que el proyecto de la carretera ni siquiera sea sometido a una consulta popular en las regiones del Beni y Cochabamba. Lo que exigen es su cancelación definitiva. Pero otras comunidades decidieron seguir marchando hacia la capital política. “Solamente en La Paz vamos a aceptar el diálogo”, dijo Fernando Vargas Mosúa, uno de los portavoces de la protesta iniciada hace casi 50 días.

A lo largo de la semana más difícil para Morales, dejaron su equipo ministerial Cecilia Chacón (Defensa); Sacha Llorenti (Gobierno), el viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, además de varios funcionarios de segunda línea. Pero los afectados quieren más: las dimisiones de los ministros de la Presidencia, Carlos Romero; el de Obras Públicas, Walter Delgadillo; y del canciller, David Choquehuanca.