El autor de la matanza de civiles en Kandahar sufría estrés y había bebido

El soldado estadounidense autor de la matanza de 16 civiles en Afganistán el domingo había estado bebiendo alcohol , sufría estrés por la misión en el país afgano y por tensiones con su esposa, según ha explicado bajo condición de anonimato un alto funcionario estadounidense al diario The New York Times.

"Simplemente estalló", ha señalado el funcionario, que ha asistido a la investigación sobre el incidente. "Cuando todo salga a la luz, será una combinación de estrés, alcohol y asuntos domésticos", ha añadido. El soldado, cuya identidad no se ha hecho pública, no ha sido acusado todavía formalmente de ningún cargo. El miércoles abandonó Afganistán con destino a Kuwait y el Pentágono prepara ahora su traslado a Estados Unidos, probablemente a la base de Fort Leavenworth (Kansas), a donde podría llegar este mismo viernes, según ha avanzado el funcionario.

En los últimos días fuentes militares ya habían apuntado al alcohol, cuya ingesta está prohibida en zonas de combate, fuera el factor que desencadenara la masacre dado que en la zona de la base donde vivía el soldado se encontraron botellas. Los investigadores cuentan, en este sentido, con el testimonio de dos soldados que estuvieron bebiendo con él y que se enfrentan ahora a medidas disciplinarias.

Interrogantes sobre su misión en el país

Aunque su nombre no se ha divulgado, diversos medios estadounidenses han informado de que el autor de los hechos es un sargento de 38 años que pertenece a la Base Conjunta Lewis-McChord, situada a las afueras de Seattle. El militar servía por primera vez en Afganistán, aunque había estado en Irak en tres ocasiones ocasiones, donde según la prensa estadounidense sufrió un traumatismo cerebral, pese a lo cual se le permitió un cuarto destino, en esta ocasión a Afganistán.

"Van a surgir preguntas sobre si tenía la estabilidad emocional y mental para un cuarto destino", ha subrayado el funcionario. El soldado se alistó en las Fuerzas Armadas una semana después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, según declaró al rotativo John Henry Browne, un abogado que dice haber sido requerido por la familia del soldado para su defensa. "Sentía que era su deber defender a los Estados Unidos", ha justificado Browne.

La mujer y los hijos del soldado han sido trasladados fuera de su vivienda en la base de Lewis-McChord para su seguridad, que es uno de los motivos por los que aún no se ha revelado el nombre del sospechoso, aseguró el funcionario.

La súbita salida del soldado de Kuwait se debe a una nueva tensión diplomática con este país, que descubrió por la prensa, antes de que Washington le informara de ello, que el soldado estaba en una base de su territorio.