Diario de León

CAMBIO EN LA PRESIDENCIA FRANCESA

Hollande gana las elecciones francesas

Es el primer socialista que llega al Elíseo desde que Mitterrand dejó el poder en 1995.

Simpatizantes de Hollande celebran la victoria en la plaza de la Bastilla.

Simpatizantes de Hollande celebran la victoria en la plaza de la Bastilla.

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ELIANNE ROS / París
León

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François Hollande será el próximo presidente de la República francesa y el primer socialista que llega al Elíseo desde que François Mitterrand ocupara el cargo entre 1981 y 1995. Según las primeras estimaciones al cierre de las urnas, el candidato socialista ha ganado al presidente, Nicolas Sarkozy, con una clara ventaja de entre el 52% y el 53% de los votos frente al 48% del jefe del Estado. Un resultado similar al que obtuvo en el 2007 Sarkozy, que se convierte en el segundo jefe del Estado que no es reelegido después del también conservador Valerie Giscard d'Estaing en 1981, vencido justamente por Mitterrand.

La llegada de Hollande al Elíseo abre una nueva etapa en la política europea. El socialista ha prometido revisar el tratado europeo de disciplina presupuestaria para incorporar medidas en favor del crecimiento.

Criticada en un principio, su iniciativa para salir de la crisis se ha ido abriendo camino más allá de la izquierda. Gobiernos conservadores como el español o el italiano comparten su filosofía de dar un giro a la política de rigor impuesta por Alemania para cambiar la política del Banco Central Europeo con la emisión de eurobonos para financiar inversiones en infraestructuras e innovación que permitan relanzar la economía.

Gracias a una elevada participación, superior al 80%, Hollande se ha impuesto a su rival, al que ya ganó en la primera vuelta del pasado 22 de abril por un punto de diferencia con el 28,6% de los votos frente al 27,2% de Sarkozy.

El socialista ha contado con el apoyo de buena parte de los 3,9 millones de votantes de la extrema izquierda de Jean Luc Mélenchon. Su discurso moderado y conciliador frente a la estrategia extremista de Sarkozy para hacerse con los 6,4 millones de votantes del Frente Nacional, le ha permitido captar también una parte de los 3,2 millones votantes centristas de François Bayrou.

Últimos preparativos de los socialistas

Hollande habrá recibido los primeros resultados en su feudo de Tulle, en la Corrèze, donde ha votado esta mañana acompañado de su pareja, Valérie Trierwiler. En Tulle, ante la catedral, se espera que haga su primera declaración. El presidente, Nicolas Sarkozy, por su parte, habrá recibido los resultados en París. En el Distrito XVI de la capital ha votado esta mañana acompañado de su tercera esposa, Carla Bruni.

En la sede parisina del Partido Socialista se aceleraban esta tarde los últimos preparativos para la que se esperaba que fuera una gran noche. Una pantalla gigante se ha instalado en la calle, donde horas antes del cierre de los colegios ya se empezaban a acercar los primeros militantes y simpatizantes.

Tras la confirmación de la victoria de Hollande, la gran fiesta popular esta previsto que se traslade a la plaza de la Bastilla, lugar cargado de simbolismo para la izquierda francesa. O en la Bastilla o en Solférino se esperaba que en algún momento haga su aparición el ganador. El PS lo guarda en secreto.

Mensaje compartido más allá de Francia

Y antes de conocerse los resultados, Hollande ya ha conseguido que su mensaje de no tanta austeridad y sí más crecimiento haya calado incluso más allá de las fronteras francesas, incluidas las instituciones europeas, y ha abierto muchas esperanzas en los países de Europa que más sufren la ortodoxia financiera, España entre ellos.

De confirmarse su victoria, a Hollande le tocará acabar de convencer a los escépticos de que tanto rigor mata y que no es tarde para cambiar de rumbo. Francia, con su peso político y económico, es una voz que merece ser escuchada.

Por el cambio

Hace ya semanas que los sondeos pronosticaron el triunfo de Hollande y el clima que se respira en las calles de París y otras ciudades es favorable al cambio después de cinco años de sarkozysmo que han acabado por hartar a muchos franceses. Sin embargo, la última de las encuestas divulgada el viernes reducía a cuatro puntos la ventaja del candidato socialista sobre su rival (52% frente a 48%).

"El domingo todo es posible", advertía ayer el diario de izquierdas Libération. Mientras, según informaba el conservador Le Figaro, Sarkozy no descartaba un escenario parecido al de Florida en el año 2000, en el que después de varios recuentos un puñado de votos dio la presidencia a George Bush sobre Al Gore.

En la primera vuelta del 22 de abril, Hollande llegó en cabeza con el 28,63% de los votos. Sarkozy logró el 27,18%. Hoy, el candidato socialista podía contar además con la reserva de los sufragios de la izquierda radical y los ecologistas (un 14%), cuyos líderes llamaron a votar por él para "frenar a Sarkozy". Ninguno de otros candidatos que concurrió en primera vuelta había pedido el voto para el actual presidente.

La ultraderechista Marine Le Pen llamó a votar en blanco y el centrista François Bayrou anunció que a título personal él apoyaría a Hollande, escandalizado por la deriva extremista del discuso de Sarkozy. Por ello, la movilizacion de los abstencionistas de la primera vuelta (20,5%),de los votantes de Le Pen (17,9%)y de Bayoru (11,9%) eran hoy claves.

Resignado a perder el Elíseo, Sarkozy aspiraba a no tener que soportar una derrota sangrante que fuera interpretada como un referendo a su gestión. Hollande necesitaba por su parte una victoria lo más amplia posible para legitimar las díficiles reformas que deberá llevar a cabo.

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