Conmoción en Estados Unidos
Michelle Knight necesitará una reconstrucción facial por las palizas del secuestrador de Cleveland
La joven ya sufrió abusos antes de caer en manos de Ariel Castro, según ha revelado su familia
La abuela de Michelle Knight, en silla de ruedas, espera delante de la casa de Gina DeJesus, el viernes en Cleveland.
El sufrimiento vivido por las tres mujeres secuestradas durante una década en Cleveland a manos de Ariel Castro ha provocado consternación en Estados Unidos, consternación que crece a medida que se conocen detalles de lo ocurrido. Especialmente trágica es la historia de Michelle Knight, la primera de las víctimas de Castro y la que ha pasado más tiempo --11 años-- en cautividad. De ella apenas hay fotos, su búsqueda no tuvo la atención que tuvieron los casos de Amanda Berry y Gina DeJesus y ha sido la que ha pasado más días hospitalizada. En las últimas horas se ha sabido, a través de declaraciones de sus familiares, que Knight, que ahora tiene 32 años, ha perdido audición de un oído y necesitará una reconstrucción facial por las palizas que le propinó el secuestrador.
La abuela de Michelle, Deborah Knight, ha explicado a la cadena de televisión local 19 Action News que su nieta podría necesitar cirugía facial para recuperarse de los daños que le provocó Castro. "Le dio auténticas palizas. Le golpeó tanto en la cara que necesita una reconstrucción y ha perdido audición en un oído", ha señalado la abuela. Algunos medios han apuntado que la joven ya podría haber sido intervenida y que por ello necesitó más días de hospitalización.
Historial de abusos
La madre de Michelle, Barbara Knight, también ha revelado al diario digital Cleveland.com que Michelle ya sufrió abusos físicos antes de caer en manos de Castro, el 23 de agosto del 2002. En el 2000, denunció por violación a la que entonces era su pareja que, además, le rompió el brazo a su hijo. Por la agresión al pequeño fue condenado a ocho años de prisión pero la acusación de violación no prosperó.
Según Barbara Knight, los problemas de Michelle empezaron cuando tenía 17 años y denunció que fue agredida en el colegio pero la policía no le dio credibilidad. Poco después quedó embarazada y dejó los estudios. Empezó entonces, cuenta la madre, una relación con un hombre que la agredía a ella y al niño. Ello llevó a que la joven perdiera la custodia del pequeño. Este hecho la enfrentó con su familia que atribuyó a este enfado su desaparición, pese a que la madre insiste en que siguió buscándola.
La relación de Michelle con su familia es tensa. La joven no ha querido ver a sus familiares ni les avisó de su salida del hospital el viernes. Con su madre, que vive en Florida y viajó expresamente a Cleveland para visitarla en el hospital, apenas compartió unos minutos, según la cadena de televisión.