Bachelet quiere despenalizar el aborto

"Yo respeto todas las opiniones, soy pediatra y amo los niños. Sin embargo, esto es un tema tabú y a mí me parece que no debe haber temas tabú, que eso es antidemocrático", ha dicho la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, sobre su proyecto de ley para despenalizar el aborto cuando está en riesgo la vida de la madre, en caso de violación o si el feto es inviable. La iniciativa, que ha anunciado en el Congreso, ha provocado la airada reacción de sectores de la derecha.

El aborto terapéutico estuvo permitido en Chile hasta que el dictador Augusto Pinochet ordenó, en 1989, y antes de abandonar el poder, modificar un artículo del Código Penal. En todos estos años, los esfuerzos de enmendar la legislación han chocado con la resistencia de los sectores conservadores y de la Iglesia católica.

"Yo nunca he estado por imponer nada a nadie; el Estado debe dar opciones para estos temas", ha defendido Bachelet tras lamentar que todos los meses mueran mujeres por culpa de abortos ilegales realizados sin las condiciones médicas adecuadas. Por eso ha subrayado que el aborto "es un problema de salud pública" que se debe discutir en la sociedad y en el Parlamento. Pero también es una cuestión que tiene que ver con la extensión de los derechos de la mujer. "No me gusta éticamente que a la mujer la dividan de la cintura hacia arriba y de la cintura hacia abajo", ha apuntado.

Debate en el Congreso

El ministro secretario general de Gobierno, Álvaro Elizalde, ha afirmado que el proyecto de ley de la reforma será enviado al Congreso durante el segundo semestre de este año. Se augura antes una intesificación del debate entre los representantes de Nueva Mayoría, la coalición oficial, y la oposición.

"La presidenta lo ha dicho con toda claridad en su mensaje: cuando se produce un aborto es porque la sociedad está llegando tarde y eso obviamente requiere de una serie de medidas de prevención y de educación para evitar que se produzcan abortos en nuestro país", ha razonado Elizalde.

"Política del terror" en el RN

El senador Andrés Zaldívar, de la Democracia Cristiana, ha reconocido que la despenalización de la interrupción del embarazo "es un tema que hay que discutir". Sin embargo, el presidente de Renovación Nacional (RN-derechas), Carlos Larraín, ha rechazado de plano esa posibilidad. "Tengo la esperanza de que la izquierda racional y la Democracia Cristiana voten en contra". A juicio de Larraín, si un diputado de su partido vota a favor del aborto debería perder su militancia. Unas palabras que no han sentado bien entre sus compañeros de partido. La diputada Marcela Sabat ha lamentado esas declaraciones y ha denunciado que siembran una "política del terror" dentro del partido.

Por su parte, la Unión Democrática Independiente (UDI), la agrupación más conservadora de Chile, ha alertado del peligro de "atacar a la familia".