La muerte de 16 alumnos hermana a dos institutos de Cataluña y Alemania

«El fin de semana estuvimos de excursión con ellos en la playa. Estaban tan contentos… maravillados, nos decían que nunca habían visto el mar. Todavía no puedo creer lo que ha pasado». Con la voz rota, este estudiante del instituto de Secundaria Giola, en la localidad barcelonesa de Llinars del Vallès, apenas podía contener las lágrimas cuando pensaba en sus compañeros de intercambio fallecidos en el accidente.

Los 16 estudiantes alemanes de 4º de Secundaria, de entre 15 y 16 años, y los dos profesores del centro Joseph-König-Gymnasium, en Haltern am See, una pequeña localidad situada a 80 kilómetros de Dusseldorf, habían disfrutado de una estancia de ocho días en la ciudad del Vallès Oriental como parte de un programa anual de intercambio lingüístico. Ésta era la segunda parte del programa. En diciembre, un grupo de estudiantes catalanes había visitado la población alemana.

«Algunos de los alumnos habían acompañado a los chicos alemanes a la estación del tren que les llevó al aeropuerto donde debían coger su vuelo. Están muy impactados», describía una profesora del centro. En un primer momento, las familias que alojaron a los estudiantes mantenían la esperanza de que varios de ellos hubieran perdido el avión, ya que tuvieron que regresar a sus casas de acogida porque habían olvidado la documentación. El tiempo confirmó la triste noticia: todos habían cogido el vuelo.

La conmoción se instaló en el instituto vallesano, adonde fueron enviados psicólogos de la Cruz Roja para dar apoyo a alumnos y familias. El colegio colgó un mensaje en Twitter, en señal de duelo: «Hoy entre nosotros los alumnos alemanes del intercambio». Una parte de los estudiantes catalanes fueron trasladados, acompañados por la policía, al centro de atención a familiares y allegados de las víctimas habilitado en el aeropuerto de El Prat.

La turbación fue aún mayor en el centro en el que estudiaban los fallecidos y en su localidad.