Maduro agita el fantasma de la conspiración en Venezuela

En las novelas es habitual que un brutal asesinato se describa con giros rocambolescos. Pues eso ha sucedido en Venezuela con el caso de una mujer descuartizada. Nicolás Maduro presentó el martes un vídeo en el que uno de los homicidas admite formar parte de un grupo de paramilitares entrenados por opositores y financiados por el ex presidente de Colombia Álvaro Uribe, el aspirante republicano a la presidencia de EE UU Marco Rubio y la senadora anticastrista Ileana Ros-Lehtinen para organizar las protestas del 2014. También que figuras de la oposición como Leopoldo López, preso desde hace año y medio, colaboraron en los planes desestabilizadores. Además, el presidente chavista afirmó que frustró un atentado contra este último, una acción que buscaba culpar al Gobierno de su muerte. La trama comenzó el 7 de agosto, cuando fue hallado el cadáver desmembrado de la comerciante Liana Aixa Hergueta. La cabeza y los brazos estaban en una bolsa en el asiento trasero de su coche y el resto de su cuerpo en el maletero. Las pesquisas apuntaron hacia Carlos Trejo Mosquera. Ambos se habían conocido en marchas opositoras. Ella, de 53 años, quería comprar dólares. El le ofreció venderle «una cantidad importante de divisas». Recibiría a cambio 1.340.000 bolívares (unos 230.000 euros). El 5 de mayo, Hergueta depositó en la cuenta de Trejo el dinero pero, al no recibir su contrapartida, lo denunció en las redes sociales.