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4.300 HERIDOS

Los chalecos amarillos "mutilados" desfilan por París

Las calles de la capital francesa acogen una marcha silenciosa en honor a aquellos manifestantes que han sufrido lesiones físicas durante las protestas

Los chalecos amarillos muestran imágenes de manifestantes heridas por la violencia policial durante las protestas de los últimos meses.

Publicado por
ANDREA LÓPEZ-TOMÀS
León

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Los chalecos amarillos siguen tomando las calles francesas ocho meses después. Este domingo lo han hecho con una marcha silenciosa en honor a los compañeros mutilados por las fuerzas del orden durante estas semanas de manifestaciones. En París, denunciaban las "mutilaciones policiales" y reclamaban la prohibición de lanzadores de balones de defensa y algunas granadas de gas lacrimógeno "innecesariamente peligrosas". 

Al grito de "detengan las mutilaciones" o "la policía en todas partes, la justicia en ninguna parte", increpaban a la policía que rodeaba la procesión de manifestantes. "¿Qué te permitió mutilarnos de por vida?", se oían entre 300 y 400 voces por el este de la capital francesa. La tensión se palpaba en las avenidas de París sobretodo cuando un manifestante se ha acercado al cuerpo de policía de policía en un cruce y les ha preguntado: "Qué vergüenza; ¿qué te permitió mutilarnos de por vida cuando solo nos estamos manifestando? ¿Acaso no estás aquí para protegernos?".

Antoine Boudinet perdió la mano en diciembre en Burdeos por la explosión de una granada de gas lacrimógeno que había recogido. Durante la jornada de este domingo, se ha aproximado a los agentes y les ha entregado su prótesis. "Los culpables deben ser castigados: los responsables del cuerpo si dieron la orden de herir a la gente o los policías si lo hicieron por su cuenta", ha reclamado. 

A su lado, el joven Dylan de 18 años sufrió graves consecuencias por una explosión de granada a finales de abril en Montpellier. "Toda mi vida ha cambiado; por ejemplo, tenía que aprobar mi permiso de conducir y ahora ya no puedo", ha lamentado. Junto a ellos, otros manifestantes han exigido justicia porque sus vidas quedaron "destrozadas" por lesiones, pérdidas de empleos, "noches de insomnio o pesadillas", mientras se manifestaban pacíficamente, según afirman. 

Según los organizadores, desde el inicio de las manifestaciones el 17 de noviembre, "23 personas han quedado cicatrizadas; cinco han perdido una mano; una, un testículo; otra, su sentido del olfato y una docena de manifestantes" han sufrido otras lesiones graves. Las últimas cifras de mediados de mayo del Ministerio de Interior registran 2.448 manifestantes heridos y 1.797 agentes de las fuerzas del orden heridos.