La derecha gana músculo en la Eurocámara tras el Brexit
Una composición más reducida, mayor representación de algunos Estados miembros, algún vuelco entre familias políticas y el refuerzo de la derecha ideológica. Esos son los efectos que el Brexit tendrá en el Parlamento Europeo. Los escaños que liberan los 73 diputados británicos -el jueves se celebró la última sesión formal para ellos aunque tendrán hasta el 7 de febrero para dejar sus despachos- obligan a reestructurar el hemiciclo siguiendo las pautas que la institución se marcó hace ya dos años. Y la primera es que tendrá un tamaño menor: pasa de 751 electos a 705.
Eso significa que solo se van a ocupar 27 de los asientos vacantes; 46 se reservan para futuras ampliaciones de la UE (Albania, Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Macedonia, Montenegro y Serbia, todos en los Balcanes occidentales, aspiran a entrar en el club).
Los escaños que ya tienen titular se los reparten 14 Estados miembros. El motivo, estaban «ligeramente infrarrepresentados» en relación a su número de habitantes. Y aquí España y Francia son los que salen más reforzados al sumar cinco eurodiputados cada uno. Italia y Holanda ganan tres; Irlanda, dos; y Polonia, Rumanía, Suecia, Austria, Dinamarca, Eslovaquia, Finlandia, Croacia y Estonia, uno.
España pasa de 54 a 59. Los británicos que se van se repartían en las siete familias políticas del hemiciclo.