La Loya Yirga afgana elegirá a Karzai como jefe del gobierno

El único rival importante de Karzai, el ex presidente afgano Burhannudin Rabbani, había anunciado unas horas antes su retiro como candidato a la jefatura de la administración de transición y su respaldo a Karzai. El presidente de la Asamblea, Ismaíl Qasamyar, que también había encabezado la comisión organizadora que, con el «asesoramiento» de la ONU llevó a la selección de los delegados, dio la bienvenida a los 1.660 representantes de la Loya Yirga. Qasmayar señaló que Karzai, que es «valorado por el pueblo», es el único candidato a la jefatura del nuevo gobierno, lo cual parece dejar a la Asamblea, que debe durar siete días, con poco que debatir. Entonces, un líder religioso cantó una oración, antes de que todos los presentes se pusieran de pie para escuchar el himno nacional. Después, los delegados se sentaron de nuevo para escuchar el discurso inaugural de Zahir Shah, pero tuvieron que esperar media hora para que el ex monarca llegara al podio. Poco antes de que llegara, hubo un fallo en los sistemas de transmisión, con lo cual su discurso se escuchó sólo dentro de la inmensa carpa donde se celebra la Loya Yirga, y no pudo ser captado ni por las radios y televisiones ni por la inmensa mayoría de los periodistas, que siguieron los discursos de la Asamblea desde un centro de prensa cercano al lugar de la celebración. Según el texto que tenía preparado, Zahir Shah, quien hace menos de dos meses retornó a su país desde el exilio, recordó los 29 años que tuvo que pasar fuera de la patria y señaló nuevamente que «no he vuelto para restaurar la monarquía». Alabó la actuación de Hamid Karzai durante los últimos seis meses como presidente de la administración interina creada por los acuerdos de Bonn de diciembre pasado y expresó su respaldo incondicional a su candidatura a encabezar la nueva administración de transición. Zahir Shah también recordó que la convocatoria de la Loya Yirga fue una iniciativa suya de hace diez años, y que fue recogida en la reunión entre distintas facciones afganas que se celebró en noviembre y diciembre de 2001 en Bonn, bajo patrocinio de la ONU. El propio Karzai fue el siguiente en tomar la palabra, y agradeció a todos los delegados el haberle dado la oportunidad de dirigirse a ellos y también haber escuchado al «padre de la nación», el título que parece haber asignado a Zahir Shah.