Muere un católico de 19 años en Belfast tras un ataque paramilitar

Un joven católico murió la noche del domingo tras ser tiroteado en el norte de Belfast en un atentado reivindicado por el grupo paramilitar unionista Red Hand Defenders (Defensores de la Mano Roja), bajo el que actúan la Asociación de Defensa del Ulster y los Combatientes por la Libertad del Ulster. Gerard Lawlor, de tan sólo 19 años de edad y con un hijo, murió en una calle cercana a su domicilio en Whitewell Road, área de la ciudad que ha vivido fuertes tensiones sectarias en los últimos meses, tras ser abatido por un pistolero que le disparó en cinco ocasiones, según varios testigos. La policía lo encontró muerto cuando llegó al lugar del suceso. La madre de la víctima, Sharon, pidió que se terminaran las represalias y dijo que rezaría por aquellos que habían matado a su hijo. El crimen acaeció horas después de otros dos ataques en Belfast que se saldaron con dos heridos, uno católico y otro protestante. Este último, otro joven de 19 años de edad, fue alcanzado en un muslo por un francotirador que le disparó desde la zona católica de Ardoyne, también en el norte de la capital norirlandesa. El superintendente de la policía de Belfast, Roy Suitters, dijo que el norte de Belfast «se encuentra inmerso en un caos que conduce a los asesinatos». Suitters apeló a los líderes de la comunidad a utilizar su influencia y terminar con esta ola de violencia. Las reacciones políticas de condena a este nuevo brote de violencia no se hicieron esperar. El ministro británico para Irlanda del Norte, John Reid, señaló que los «tiroteos» y el «asesinato vicioso» de un joven católico eran algo «despreciable». El Sinn Fein, por medio de su miembro en la asamblea Gerry Kelly, atacó tras al asesinato a la Asociación de Defensa del Ulster, «que ha incrementado deliberadamente la tensión» en la semana anterior a que el primer ministro de Irlanda del Norte, David Trimble, haga un balance del estado del alto el fuego paramilitar.