El traslado del presidente eslovaco causa malestar

Los medios eslovacos se hicieron eco ayer al unísono de la indignación que ha causado en círculos médicos y entre los responsables de sanidad la decisión del presidente del país, Rudolf Schuster, de viajar a Austria para curarse de un misterioso mal que padece desde hace varios días. «La decisión del Presidente de marcharse de Eslovaquia puede tener enormes consecuencias. Si hubiese sido la decisión de un equipo médico, la aceptaría. Pero en cualquier otro caso se trata de una declaración de desconfianza indirecta hacia el sistema de sanidad eslovaco». Las palabras de Tibor Sagat, ex ministro de Sanidad que dimitió hace dos años por los fallos cometidos en el tratamiento de la grave perforación intestinal que sufrió entonces Schuster, reflejan la reacción general al traslado ayer del presidente a la Clínica Universitaria de Viena. «Lamento que el Presidente presente esa imagen al resto del mundo del sistema eslovaco de sanidad. El traslado a Viena no era necesario», afirma Stefan Zelnik, ex secretario de Estado en el Ministerio de Salud.