Bush da a la CIA la lista de terroristas que podrá asesinar sin pedir permiso

Tras los atentados del 11 de septiembre de 2001, Bush dio a la CIA una autorización presidencial para capturar o matar a los jefes de Al Qaida. Esta lista, secreta hasta el momento, no sólo incluye al jefe de la red terrorista Al Qaida, Osama Bin Laden, sino que también están en ella otros dirigentes de grupos afiliados o vinculados a Bien Laden, como su lugarteniente, Aymane al Zawajri, según las fuentes citadas por el periódico. Los nombres de alrededor de una docena de líderes terroristas representan «lo peor de lo peor» de los terroristas en el mundo, dijo un funcionario al diario. El diario, que cita fuentes militares y del espionaje de EE.UU., afirma que en la lista figuran los nombres de las personas a las que la CIA podrá matar sin autorización previa del presidente, en una relación que refleja «lo peor de lo peor» entre los terroristas. Fuentes oficiales ya manifestaron el pasado día 4 que los agentes de la CIA tienen también autorización presidencial para llevar a cabo las operaciones de «aniquilación de terroristas» si éstos son de nacionalidad estadounidense y están fuera del territorio de EE.UU.. La CIA ya ha matado a un ciudadano de Estados Unidos bajo esta autoridad, aunque las autoridades estadounidenses aseguran que no era el objetivo de la operación. Se trata de Kamal Derwish, un estadounidense de origen yemení que murió junto con Qaed Salim Sinan al-Harethi -jefe de operaciones de Al Qaida en Yemen- y otros cuatro yemeníes. La operación se produjo el pasado 3 de noviembre, cuando un avión sin piloto de la CIA disparó un misil contra el vehículo en el que viajaban los seis hombres en una carretera de Yemen, en un ataque en el que Al-Harethi era el principal objetivo. Oficialmente, las autoridades estadounidenses consideraban a Derwish cabecilla de una red de supuestos colaboradores de Al Qaida desmantelada en Buffalo (Nueva York), pero no fue acusado de ningún delito en los tribunales. Por otro lado, fuentes oficiales, declararon ayer que a pesar de que Irak y la ONU quieran dar sensación de tranquilidad, la crisis puede saltar en cualquier momento.