Diario de León

Tres candidatos, Menem, Kirchner y López Murphy, se disputan el control del país en la primera vuelta

Argentina elige hoy presidente en los comicios más reñidos de su historia

Día de elecciones. Más de 25 millones de argentinos deberán decidir el destino político de su país para los próximos cuatro años o algo peor, a

Un cartel con la imagen del candidato presidencial Carlos Menem en una calle de Buenos Aires

Un cartel con la imagen del candidato presidencial Carlos Menem en una calle de Buenos Aires

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Agustín Bottinelli Corresponsal de BUENOS AIRES.
León

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Ayer, el único político que pudo hacer declaraciones las hizo y fue el presidente Eduardo Duhalde. «No es que no me guste, no me parece que sea bueno para el país», dijo cuando se le preguntó sobre una eventual presentación como candidato presidencial en los próximos años y fue terminante: «Mi carrera política termina aquí. Es una ridiculez volver a ser presidente. Para eso haría falta un Duhalde de 45 años o 50 años, con esa energía. El desgaste en este lugar es tremendo y es necesario darles lugar a otras figuras», añadió el mandatario, que también descartó que pueda aspirar a un nuevo período al frente de la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Pero tal vez lo más importante que prometió Duhalde sea que tras la elección de su sucesor convocará a un pacto de gobernabilidad con los legisladores. Dijo el presidente argentino: «Si los legisladores no se suman a ese compromiso van a estar traicionando lo que la gente elegirá». Se dio cuenta el presidente que el próximo presidente deberá gobernar con el mismo Congreso cuestionado y acusado de recibir sobornos, y que no podrá hacerlo si no hay un pacto previo hasta octubre, cuando sean las parlamentarias, y pueda renovarse un porcentaje de ambas Cámaras. Por primera vez desde el regreso a la democracia una elección mantiene un resultado tan incierto a pocas horas de la definición. Hay una distancia de apenas entre dos y cinco puntos de diferencia entre los tres principales candidatos a la presidencia, Menem, Kirchner y López Murphy. Para los encuestadores los votantes indecisos se dividen en dos grupos: el de aquellos que no saben aún a quien votar y quienes se decidieron por un candidato pero que analiza la posibilidad de votar a otro. Entre ambos alcanzan un 20 por ciento del electorado. Desde mediados del siglo XX, la elección de presidente siempre estuvo polarizada entre dos candidatos, uno del Partido Justicialista y otro de la Unión Cívica Radical, o del radicalismo en alianza con otras agrupaciones de centro izquierda. Los dos grandes movimientos absorbían entre 80 y 90% de los votos. Esta vez el justicialismo o peronismo no logró dirimir su disputa interna y se presenta dividido con tres candidatos que compiten entre sí. Se podría decir que la suma de los apoyos que recoge cada uno es superior a 50%, pero los expertos aclaran que esa traslación no será posible en la segunda vuelta porque los electores de cada uno son muy diferentes. Inquietud en los candidatos No pudieron hacer declaraciones públicas pero la inquietud se apoderó del entorno de los principales candidatos durante estas horas de veda política. Carlos Menem pasó casi todo el día en el hotel donde vive en Buenos Aires y se repartió entre la familia de su embarazada esposa, Cecilia Bolocco, y sus principales operadores políticos, con quienes analizó la estrategia comunicacional para hoy a la noche. También visitó la tumba de su hijo, Carlos. Los otros dos justicialistas, Néstor Kirchner y Adolfo Rodríguez Saá, se quedaron en sus provincias. Ambos estuvieron en permanente contacto con sus colaboradores para conocer y analizar los últimos números de los sondeos. Ricardo López Murphy, el candidato que más creció sobre el final de la campaña, almorzó con el presidente del Partido Liberal de Alemania, Guido Westerwelle, y luego mantuvo una larga reunión con su comando de campaña. Elisa Carrió viajó a la provincia de Chaco para reunirse con sus hijos.

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