Diario de León

En Defensa hubo otros que dudaron sobre el informe de Downing Street sobre las armas

Un amigo de Kelly declara que su estado anímico no era el de unsuicida

Comienza en Londres la investigación judicial sobre la muerte del asesor británico

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Imanol Allende - corresponsal | londres
León

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El primer día de la investigación judicial tras el supuesto suicidio del asesor del Gobierno en armas de destrucción masiva en Irak, el profesor David Kelly, dejaba dos aspectos confirmados, por un lado que el estado anímico de Kelly poco antes de perder la vida no era el de un suicida y segundo que no sólo Kelly puso en duda en el Ministerio de Defensa el lenguaje utilizado en el informe que presentó el Gobierno de Tony Blair al parlamento para defender una actuación militar en Irak y en el que se aseguraba que Sadam Husein podía desplegar armamento de destrucción masivo en 45 minutos. La declaración de ayer de Terence Taylor, director del Instituto de Estudios Estratégicos de Nueva York y amigo personal de Kelly, es la segunda referencia - con anterioridad lo hizo otro amigo del difunto, Tom Mangold -, de que Kelly no se encontraba en un estado de depresión o de confusión suficiente como para conducirle al suicidio. Taylor habló con Kelly por teléfono el 14 de julio, tres días antes de su muerte. «Me pareció que estaba en un estado mental normal, no noté ninguna diferencia en alguien a quien he conocido desde hace 16 años, incluso me habló de los preparativos de la boda de su hija el próximo mes de octubre», explicó Taylor mediante videoconferencia ya que se encuentra en Australia. Taylor también añadió que el trabajo de Kelly como inspector de desarme de la ONU fue «excelente, reconocido internacionalmente». Otra persona que declaró ayer ante el juez James Hutton fue Martín Howard, el vice director de inteligencia militar del Ministerio de Defensa. Este indicó que dos altos cargos del ministerio habían mostrado su preocupación no por el contenido del informe que pretendía hacer público Downing Street, sino por el lenguaje empleado. «La preocupación de estos dos cargos se basaba en la manera en la que se describían los informes de inteligencia en el 'dossier' de Blair», explicó Howard. La intervención ayer del director de personal del ministerio de defensa, Richard Hatfield, mostró sin embargo a un Kelly que sobrepasó las limitaciones impuestas por el ministerio sobre la información que pueden ofrecer a los medios de comunicación. Hatfield indicó al juez Hutton que «parece que Kelly mantuvo dos reuniones con Gilligan en las oficinas de Defensa sin que nadie tuviera conocimiento de esos encuentros ni lo que se trató en las entrevistas, posiblemente ofreciendo información más allá del puro aspecto técnico. Mi interpretación», continuó Hatfield, «es que no lo podía haber hecho sin darse cuenta de que estaba sobrepasando los límites de su discreción».

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