Diario de León

El PSOE lamenta que Aznar sólo cambiará de estrategia en Irak cuando se lo ordene Bush

El CNI investiga a los 250 iraquíes que trabajan en las bases españolas

El destacamento hondureño en Nayaf, perteneciente a la Brigada Plus Ultra, atacado con morteros

J.L.CEREIJIDO

J.L.CEREIJIDO

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D. Beriain / M. Cheda - redacción
León

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«La reconstrucción de nuestra infraestructura en Irak nos llevaría meses y quizás años. Los que vayan ahora a Irak tendrán que empezar por algo más modesto, misiones de radio corto, como infiltrarse entre los trabajadores de las bases de Diwaniya y Nayaf. Esta es la prioridad porque pueden ser una fuga de información importante, nuestro costado más débil», comentó una fuente del CNI al Diario de León. Los cerca de 250 iraquíes que trabajan en las bases fueron desde el principio una de las mayores preocupaciones de los mandos de la Plus Ultra. «Podrían estar pasando información de la estructura de la base, de los horarios de las patrullas, de cualquier cosa. Es una vulnerabilidad asumida, porque necesitas a esa gente para realizar algunas tareas de la base», dijo uno de los mandos de la misión. En la base de Diwaniya hay tres grupos distintos de trabajadores. Están los contratados directamente por los españoles, un grupo que no llega a los 50 y que son, habitualmente, los de mayor confianza. Muchos fueron llevados allí desde España. «Los conocíamos de antes, dejan cosas en territorio nacional, así que saben que tienen más que perder», comentó el militar. En un segundo grupo están los iraquíes contratados por la UTE, la empresa que se ocupa de las co-midas y de la cantina. En tercer lugar, los subcontratados por las compañías iraquíes que construyen partes de la base, como el helipuerto. Estos son, quizás, los más incontrolables. En el punto de mira No es la primera vez que estos iraquíes están en el punto de mira. Cuando la base fue atacada con morteros a principios de agosto, las granadas cayeron en un punto muy concreto, cerca de donde residían los pocos marines que aún quedaban en Diwaniya. Eso hizo pensar al aparato de inteligencia español que quizás conocieran el reparto exacto de las dependencias. Ayer, precisamente, se tuvo una prueba de la vulnerabilidad de las instalaciones de la Plus Ultra, cuando la base hondureña Tegucigalpa en Nayaf fue atacada con cuatro granadas de mortero. Dos impactaron fuera y dos dentro del recinto, sin provocar daños. Por otro lado, hoy dará comienzo el relevo de las tropas destinadas en Irak, con el retorno de los grupos de cooperación civil y los grupos tácticos. El resto del contingente irá regresando a lo largo de este mes. De visita en Ferrol, Federico Trillo desdijo ayer al enviado del Gobierno británico en Bagdad, Jeremy Greenstock, quien había declarado que los siete agentes españoles asesinados no siguieron «las normas de protección más estrictas». «Eso es rotundamente inexacto. No hicieron ninguna parada entre Bagdad y el sitio donde fueron asesinados; nunca han llevado ni llevaban las armas visibles; y no tenían aspecto europeo», espetó el titular de Defensa. A su orden El PSOE criticó ayer que José María Aznar despreciara la oferta que le lanzó José Luis Rodríguez Zapatero el martes para recomponer el consenso político en la posguerra de Irak pero advirtió que ese rechazo no significa que el presidente de Gobierno no vaya a modificar de estrategia en las próximas semanas. «Lo lamentable es que cambiará la política en Irak cuando se lo diga el señor (George) Bush», aseguró Alfredo Pérez Rubalcaba, vicecoordinador de la campaña electoral del PSOE.

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