Dos ataques suicidas contra los partidos kurdos dejan 57 muertos en Irak

Algunas fuentes elevan a más de cien el número de fallecidos, que se prevé se incrementará en las próximas horas. Con minutos de intervalo, los suicidas hicieron estallar en las sedes locales de los dos principales partidos kurdos las cargas explosivas que tenían adosadas al cuerpo, en ataques que según las autoridades regionales llevan la marca de Al Qaeda. El primer atentado se produjo a las diez y media de la mañana en el cuartel general del Partido Democrático del Kurdistán (PDK, liderado por Masoud Barazani), en el barrio de Shaustri Metri. Según dijeron portavoces del servicio de seguridad del PDK -bajo cuya autoridad se encuentra el núcleo urbano-, treinta y cinco personas perdieron la vida en el acto y más de cincuenta fueron ingresadas en diversos centros médicos. Antes de que el reloj marcara las once se producía la segunda explosión, en este caso en la representación de la Unión Patriota del Kurdistán (UPK, dirigido por Jalal Talabani), en la carretera que parte hacia Kirkuk, al sur de Erbil y donde otras setenta personas resultaban muertas o heridas, según las fuentes. Fiesta del Cordero En ambas ocasiones las víctimas asistían a recepciones ofrecidas con motivo de la celebración de la conocida Fiesta del Cordero, con la que los musulmanes rememoran el bíblico sacrificio de Abraham y que es la segunda festividad más importante del calendario religioso islámico tras el mes de ayuno del Ramadán. Entre los muertos, todos hombres, figura una pléyade de autoridades kurdas; el gobernador de Erbil, Akram Mintik, el vice primer ministro de la provincia, Sami Abdul Rahman, y el ministro de Agricultura regional, Saad Abdula, aparte del jefe policial de la ciudad, coronel Nariman, e importantes cuadros de los dos partidos. Las fuentes precisaron que, según testigos oculares, los suicidas vestían uniforme militar kurdo y al menos uno de ellos se hacia acompañar de la mano por un niño para no levantar sospechas entre el servicio de seguridad. Agregaron que el otro era de raza negra. «Hemos encontrado parte del tronco y del rostro y se trataba de un subsahariano. Eso demuestra que ha sido obra de Al Qaeda. Los iraquíes no cometen atentados suicidas», dijeron. Otro funcionario del PDK, el oficial guardia en el gobierno regional, Osman Yawer Saleh, aseguró que cada uno de los inmolados portaba en el cuerpo seis kilogramos de TNT. Yawer Saleh atribuyó los ataques a «remanentes del régimen de Sadam Husein y a terroristas extranjeros». El grado de tensión era muy alto esta noche en el hospital Haulieri de Erbil, ante el que cientos de familiares esperaban noticias de las ingresados y se podían ver mujeres llorando y tirándose de la cabellera en señal de duelo.