Asesinado en un estadio de fútbol el presidente pro ruso de Chechenia

Los fastos conmemorativos del 59 aniversario de la Victoria de las tropas soviéticas sobre la Alemania nazi quedaron ayer ensombrecidos por un sangriento atentado con bomba que acabó con la vida de varias personas, entre ellas la de Ahmad Kadírov, presidente de Chechenia tras ser elegido, el pasado mes de octubre, en unos comicios que Moscú manipuló abiertamente para favorecerle. La acción terrorista tuvo lugar mientras el presidente ruso, Vladímir Putin, presenciaba en la Plaza Roja el tradicional desfile militar que cada año se celebra con motivo del día de la Victoria. Kadírov también había presidido otro acto castrense desde la tribuna de autoridades del estadio «Dinamo» de Grozni, la capital chechena, y contemplaba una interpretación musical de un grupo folklórico cuando, pasadas las diez y media de la mañana (dos horas menos en España), una bomba explotó justo debajo de su asiento. La deflagración, que hundió parte de la tribuna, causó pánico y confusión entre los espectadores. Los numerosos hombres armados que custodiaban el recinto (policías, militares rusos y guardaespaldas de Kadírov) comenzaron a disparar caóticamente en todas direcciones. Al parecer, el presidente checheno, cuyas imágenes con el rostro ensangrentado fueron distribuidas por todas las televisiones del mundo, murió nada más llegar al hospital. Pereció también el presidente del Consejo de Estado checheno, Hussein Ahmádov, y resultó gravemente herido el general Valeri Baránov, comandante en jefe de las tropas rusas desplegadas en la república. La explosión le arrancó una pierna a Baránov. Perdió también la vida Adlán Jasánov, un fotógrafo checheno que trabaja para la agencia Reuters. Metralla 0 Otras muchas personas fueron alcanzadas por la metralla pero las cifras de víctimas facilitadas por distintas fuentes eran contradictorias. Las agencias rusas dieron balances que oscilaban entre los cuatro y los cuarenta muertos. En cuanto al número de heridos, casi todas las informaciones apuntan hacia el medio centenar. Vladímir Yákovlev, representante del Kremlin en el Distrito Federal del sur de Rusia, aseguró en una rueda de prensa ofrecida en Grozni que hubo sólo cuatro fallecidos. Además de Kadírov, Ahmádov y Jasánov, murió un niño de unos diez años de edad y, según testigos, también dos miembros de la guardia de seguridad del presidente checheno. Una segunda bomba fue descubierta junto al lugar de la deflagración pero no llegó a explotar. Según la Fiscalía General chechena, el artefacto explosivo fue empotrado en la estructura de hormigón del estadio hace ya dos meses. Las instalaciones deportivas del «Dinamo» de Grozni han sido objeto de una remodelación, cuyas obras comenzaron en febrero y finalizaron el mismo sábado. Un responsable del Ministerio del Interior checheno declaró a la cadena de televisión rusa RTR que se han encontrado restos de cemento fresco, que podría haber sido utilizado para tapar la abertura a través de la cual pudo haber sido introducido un cable para accionar el detonador. Las detenciones comenzaron ayer mismo. Cinco personas, sospechosas de estar vinculadas con el atentado, fueron puestas a disposición judicial.