Los resultados de las elecciones presidenciales, que los observadores se niegan a validar, fracturan el país

Después de que la mayoría de los sondeos a pie de urna adjudicaran la victoria al candidato opositor, Víktor Yúshenko, el inesperado anuncio de la Comisión Electoral Central de que el virtual ganador de los comicios presidenciales del domingo es el actual primer ministro, Víktor Yanukóvich, ha provocado una peligrosa fractura en la sociedad ucraniana. El país ha quedado dividido en dos mitades. El Este celebra el supuesto triunfo de Yanukóvich mientras el Oeste se niega a dar por buenos los resultados facilitados por la Comisión Electoral y llama a la movilización. Decenas de miles de personas siguen concentradas en el centro de Kiev. Los observadores de la UE y de EE.UU. han denunciado graves irregularidades pero Moscú se ha apresurado a dar legitimidad a un resultado que aún no es definitivo y que está siendo objeto de numerosas reclamaciones. El presidente ruso, Vladímir Putin, de visita en Brasil, telefoneó a Yanukóvich para felicitarle. El jefe del Kremlin visitó dos veces Ucrania durante la campaña electoral para darle su apoyo. Desde las cancillerías europeas, sin embargo, se pide la revisión del escrutinio. De acuerdo con los datos oficiales, tras escrutar el 99,38% de las papeletas, Yanukóvich habría obtenido el 49,42% de los sufragios mientras Yúshenko sólo alcanzaría el 46,7%. Estos resultados invierten la tendencia observada por la mayor parte de los sondeos efectuados a pie de urna, en los que el líder de la oposición sacaba a su contrincante entre tres y nueve puntos de ventaja. «Fraude total» A juicio de Yúshenko, el fraude ha sido «total». Esa opinión es compartida por Bruce George, representante de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (Osce) y jefe de la delegación de observadores europeos, y también por el enviado de Bush, el senador Richard Lugar, quien aseguró que «el poderoso y agresivo plan de falsificaciones y abusos se realizó el día de las votaciones bajo la dirección o en coordinación con las autoridades». Uno de los sitios en donde se sospecha que el fraude ha sido de mayor calibre es la región de Donetsk, en el extremo sudeste del país, de donde procede Yanukóvich. Kiev y las dos ciudades más importantes del oeste del país han rechazado los resultados.