Diario de León

| Crónica | Solidaridad en Sri Lanka |

Ayudas para las oenegés

Cientos de turistas preguntan cómo ayudar, pero su labor es postergada

Publicado por
León

Creado:

Actualizado:

Una situación de emergencia requiere una respuesta casi tan rápida como la velocidad de la ola que, en sólo siete horas, llegó desde las costas de Sumatra hasta el mismo litoral africano. Esa acciónreacción fue la que movió a los miles de voluntarios locales que, en cuestión de horas pusieron todo lo que tenían a disposición del que más lo necesitara. Moham tiene un coche, un Suzuki Genevi, que estos días ha recorrido ya varias veces la carretera que separa la capital del epicentro turístico del sur, Galle. Hasta hace trece días era cámara en la televisión de Colombo. Su vehículo no se lo llevó el mar y, por eso, en lugar de grabar imágenes de la tragedia, prefirió abandonar su trabajo para dedicarse «a full» (desde el amanecer hasta el atardecer), como dice, a ser voluntario de la Cruz Roja, organización que desde la capital del país coordina bajo responsabilidad española las labores logísticas y de telecomunicaciones del colectivo en la zona. Pero él sólo es uno de los miles de locales que el día 26 aparcaron su vida cotidiana para buscar desaparecidos, recatar a supervivientes, recuperar cadáveres, guiar a los que llegaban hasta los puntos más dañados por el tsunami y repartir víveres, agua y medicinas entre los que lo han perdido todo. «Estoy para ayudar», sentencia Moham y la palabra dilata su significado extendiéndolo a un concepto de voluntariado distinto al que se entiende en Galicia, sobre todo después de lo ocurrido con la catástrofe del Prestige. Aquel desastre ecológico originó una gran marea blanca llegada desde distintos puntos del mundo para borrar las huellas del petróleo. Muchos fueron los que, ajenos a las consecuencias directas del vertido, se enfundaron guantes y buzo, facilitados por las distintas administraciones, para quitar chapapote. Aquí, al otro lado del mundo y en una situación de emergencia mucho más grave, el concepto es diferente. Muchos han sido los turistas que se han dirigido a las distintas oenegés para prestar su colaboración. Pero en esta primera fase de la emergencia que todavía sigue en pie se precisa personal con un amplio cono-cimiento de la zona, capaz de guiar al personal sanitario y a los médicos encargados de evaluar la dimensión del suceso hasta los lugares más recónditos. Por eso, prefieren una ayuda monetaria por parte de los extranjeros, al menos por ahora. Moham, además, no tiene alojamiento gratuito junto a las zonas en las que debe trabajar, ni tampoco recibe de las distintas administraciones el material necesario para su labor. Él pone su coche (al que él mismo surte de gasolina) y su teléfono a disposición de la Cruz Roja. Y no es el único. Lo hacen todos, desde jóvenes estudiantes hasta personas que aparcan sus trabajos durante horas para colaborar. Su honor es ayudar. Estos días Mohan se encarga de guiar a algunos de los miembros de la Cruz Roja Española. Esta organización se ha encargado de montar la base de comunicación de Cruz Roja Internacional en el aeropuerto.

tracking