Tres ex ministros se unen a la rebelión y algún diputado advierte ya de una moción de censura
Blair inicia su tercer mandato acosado por los laboristas que piden que dimita
Sus compañeros de partido temen que la imagen de desunión afecte a las municipales
Gordon Brown, aliado y a la vez el gran rival de Blair en su partido, llega al 10 de Downing Street
?l primer ministro británico, Tony Blair, no contaba con que su primera tarea en la gestión de la tercera legislatura laborista fuera para defender su puesto ante la petición de dimisión presentada por un nutrido grupo de parlamentarios laboristas. Blair rechazó que tenga la intención de abandonar Downing Street de manera inmediata, pero nadie descarta que si continúa el malestar en las filas del partido a Blair no le quede otra opción que la de poner su puesto a disposición del partido. Entre los rebeldes destacan tres ex miembros de gabinetes blairistas, Robin Cook, Clare Short y Frank Dobson, los tres opuestos a la intervención militar británica en Irak. Estos parlamentarios han pedido a Blair que presente su dimisión en los próximos dos años. Otros han puesto más urgencia, con la fecha en el próximo congreso laborista (octubre). «El debate en estos momen-tos a nivel gubernamental debe de ser la inmediata dimisión de Blair como premier, la imagen que está ofreciendo el laborismo es de un partido dividido por su presencia, y esto afectará al resultado en las elecciones municipales, llevando aún ma-yor incertidumbre al futuro de la formación», afirman. Los laboristas obtuvieron en las recientes elecciones una victoria que sin embargo no ha contentado al ala izquierda del partido. La mayoría de 161 que tenían en la anterior legislatura se vio recortada a 67 diputados, descenso motivado por la precaria imagen de Blair tras su compromiso con George W. Bush en atacar Irak, a lo que se opuso la mayoría de la sociedad británica. Las amenazas a la continuidad de Blair en el 10 de Downing Street son serias. El parlamen-tario John Austin por Erith and Thamesmead advirtió de que si Blair se aferra a su puesto puede hacer frente a una moción de censura y a la aparición de un candidato a su cargo. Si me lo piden yo mismo me presentaré como candidato», dijo Austin. Y agregó que «ha habido una hemorragia del voto laborista, porque la gente quiere votar laborismo, pero no quieren votar a Blair, a consecuencia de su compromiso en la guerra de Irak». De cien parlamentarios laboristas preguntados por un dominical británico, 30 indicaron que deseaban ver una salida de Blair de Downing Street «lo antes posible». Blair movilizó ayer a sus alfiles para contrarrestar el ataque de los rebeldes.