Decapitados en Irak tres reporteros de una televisión localkuwaití

Dos periodistas iraquíes que trabajaban para el canal de televisión kuwaití por satélite Al Rai fueron decapitados junto a su conductor en un área situada al sur de Bagdad, informaron ayer fuentes de la seguridad. Los dos reporteros, identificados como Ali Yasem al Rumi y Naji Abed Jodeir, volvían de la ciudad de Kerbala cuando unos diez hombres armados les obligaron a parar y luego les asesinaron. Los cadáveres de los tres fueron encontrados cerca de Latifiya, una ciudad a 50 kilómetros al sur de Bagdad, en el llamado «triángulo de la muerte», escenario de frecuen-tes ataques contra las fuerzas de seguridad, y civiles iraquíes y extranjeros. La muerte de los dos periodistas de Al Rai eleva a once el número de reporteros muertos en lo que va de año en Irak. Las autoridades iraquíes informaron ayer también del hallazgo de otros trece cadáveres en el noreste de Bagdad, lo que eleva a 47 el número de personas ejecutadas por disparos y cuyos cuerpos sin vida han sido localizados en tres lugares distintos del país en las últimas 48 horas. De acuerdo con las fuentes, los trece cadáveres fueron encontrados con un disparo de bala en el barrio Al Shaab, tras las llamadas de alerta de los vecinos de la zona, que des-cubrieron los cuerpos sin vida a lo largo de una carretera. Coche bomba Por otro lado, al menos diez soldados iraquíes murieron ayer y otros cuatro resultaron heridos tras la explosión de un coche bomba conducido por un suicida en el área de Al Dura, en el sur de Bagdad. El coronel Ali Abdel Rahman explicó que el suicida hizo estallar el coche cerca de un vehículo que trasladaba a soldados y que formaba parte de un convoy del Ejército iraquí. El suceso ocurrió mientras el convoy realizaba una operación de seguridad en la zona. El ataque es el tercero que se produjo ayer contra soldados iraquíes después de que al menos cinco de ellos murieran y otros once resultaran heridos en dos atentados anteriores perpetrados por la insurgencia en dos localidades situadas al norte de Bagdad. En el primer ataque, media docena de proyectiles de mortero fueron disparados contra una base militar en Jan Bani Yunes, 40 kilómetros al noreste de Bagdad. El segundo atentado tuvo lugar una hora más tarde cerca de Baquba, a unos 60 kilómetros de la capital, cuando hombres armados atacaron con fusiles Kalashnikov una patrulla del Ejército y de la Guardia Nacional iraquí. Mientras, otro kamikaze hizo explotar su coche bomba contra un puesto de policía cerca de la frontera con Siria, hiriendo a al menos una treintena de personas. En medio de la ola de violencia, el único éxito de las fuerzas de seguridad y el Ejército iraquí fue la captura ayer de un terrorista que cargaba coches con bombas. Por otra parte, el presidente francés, Jacques Chirac, expresó hoy ante el patriarca de la iglesia caldea de Irak, Emmanuel Delly, la «solidaridad» de Francia con esa comunidad católica, durante una reunión celebrada ayer en el Elíseo.