Tres policías de Nueva Orleans, detenidos por apalear a un negro

Tres oficiales de la Policía de Nueva Orleans que golpearon brutalmente a un hombre de 64 años aparentemente borracho fueron separados de sus cargos y pueden ser penalmente acusados El episodio fue captado por un cámara de televisión, que al ser descubierto fue increpado y empujado contra un coche por otro oficial mientras llevaba en la mano sus credenciales de prensa. «He estado aquí durante seis semanas tratando de mantenerme con vida. Vete a tu casa», le gritó el policía al informador. Mientras tanto, Davis seguía tumbado en el suelo, esposado, y con abundante sangre cubriéndole el rostro y el torso. Otro policía le empuja con el pie para que se dé la vuelta y mire el suelo y un tercer agente aparecía montado en su caballo interponiendo al animal entre los involucrados en el incidente y la cámara. Ayer, tres de los implicados se declararon inocentes ante un tribunal local que les dejó en libertad bajo fianza a la espera de que el próximo 11 de enero comience el juicio. Un portavoz de la policía, Marlon Defillo, señaló que el vídeo de la paliza es «sin duda, preocupante» y que la fuerza empleada en el arresto fue «no apropiada», por lo que los agentes han sido suspendidos de empleo y sueldo mientras la oficina de asuntos internos inicia una investigación. A pesar de que Davis es negro y los policías involucrados son blancos, Defillo señaló que el color de piel del detenido no tuvo nada que ver en el lamentable episodio. No obstante, los agentes podrían ser acusados formalmente de racismo. Horas bajas El incidente saltó a la actualidad en un momento en el que el departamento de policía de Nueva Orleans atraviesa por sus horas más bajas, acusado de corrupción y de ineficacia por no haber sabido hacer frente al caos que se apoderó de la ciudad tras el Katrina, y semanas después de que su responsable Eddie Compass presentara su renuncia. Algunos ciudadanos y otros agentes de policía de la ciudad disculparon a los policias destacando la gran presión a la que se han visto sometidos en el último mes y medio, después del azote del huracán que inundó la ciudad. Desde entonces, alrededor de 300 agentes han desaparecido, la mayoría tras haber abandonado sus puestos de trabajo. Sus compañeros de uniforme han denunciado las penosas condiciones en las que tienen que trabajar y las largas jornadas que realizan para garantizar la seguridad mientras siguen las tareas de reconstrucción. Las peores condiciones «Nuestros agentes están tra-bajando en una situación muy difícil, pero esto no justifica que no hagamos nuestro trabajo como se supone», indicó Defillo. El pasado viernes, las autoridades de Nueva Orleans anunciaron el inicio de una investigación oficial para esclarecer el robo de unos 200 automóviles que desaparecieron los días previos a la llegada del huracán Katrina y en el que estarían involucrados, según todos los indicios, varios agentes de policía.