Diario de León

Los milicianos de Hezbolá plantan cara al ejército, que pierde tres militares en los combates

Israel se lanza a la invasión del sur de Líbano con 20.000 soldados

Tel Aviv quiere asegurarse una posición fuerte en el campo de batalla antes de negociar

Un sanitario se asoma desde una ambulancia bombardeada

Un sanitario se asoma desde una ambulancia bombardeada

Publicado por
E. G. Gascón - jerusalén
León

Creado:

Actualizado:

El Gobierno israelí aprobó en la madrugada de ayer el despliegue de decenas de miles de soldados en el sur de Líbano con objeto de crear una «franja de seguridad» cerca de la frontera, y cuya entrada en la zona se tradujo en intensos combates con los milicianos de Hezbolá, especialmente en el pueblo de Aita al-Shaab. El ministro de Defensa, Amir Peretz, explicó que la presencia de las tropas en el sur de Líbano es necesaria puesto que de esta forma Israel tendrán más margen de maniobra para imponer sus criterios cuando se declare un alto el fuego, algo que Israel sigue rechazando y por lo tanto todavía no se vislumbra en el horizonte. Poco después de que el Gobierno aprobara el incremento de las operaciones terrestres, un elevado número de soldados, más de veinte mil según algunas fuentes, cruzaron la frontera y pusieron sitio a Aita al-Shaab, apenas del otro lado de la frontera, mientras la artillería disparaba sin descanso y los cazas bombardeaban el pueblo. Los combates fueron «duros», según el Ejército, y el número de bajas elevado. Israel dijo que había matado a cinco milicianos y que en sus filas había tres muertos y 15 heridos. La cadena de televisión de Hezbola, Al-Manar, dijo que los milicianos habían emboscado a un contingente significativo de soldados cerca de la escuela de Aita al-Shaab y no permitían que otros soldados acudieran a evacuar a las bajas, lo que según Hezbolá hizo que los combates se extendieran durante todo el día. Los bombardeos fueron masivos en Aita al-Shaab pero no se ciñeron exclusivamente a este pueblo de donde el 12 de julio partieron los milicianos que capturaron a dos soldados y mataron a ocho. Los cazas se cebaron en otros objetivos que Israel dijo que pertenecían a Hezbolá, en localidades del Valle de la Beqaa y en distintos pueblos fronterizos. Los buques de guerra bombardearon áreas civiles de tres pueblos de la costa mediterránea y el puerto de Tiro. Entre otros objetivos, los cazas bombardearon uno de los cuatro puestos fronterizos entre Líbano y Siria, y un F-16 lanzó un misil contra una furgoneta cargadas con garrafas de gas produciendo una gran explosión. En este ambiente de guerra millares de civiles huyeron hacia el norte. Un comunicado de Hezbolá dijo que los milicianos se estaban enfrentando a los soldados en varios pueblos y que les habían obligado a retroceder causándoles numerosas bajas. En el comunicado Hezbolá reconoció la muerte de cuatro milicianos. Fuentes militares dijeron que el objetivo del Ejército es expulsar hacia el norte a todos los milicianos que están más abajo del río Litani, a unos 25 kilómetros de la frontera. Pero la aviación lanzó millares de octavillas incluso en los pueblos del norte del río Litani ordenando a la población civil que huyera hacia el norte puesto que se disponía a bombardear la zona, lo que hizo poco después. El primer ministro Ehud Olmert dijo que Israel «está ganando la guerra» y añadió que ya ha comenzado el proceso diplomático que conducirá a unas «condiciones completamente distintas a las que había antes». Por otra parte, de la investigación interna que lleva a cabo el Ejército del aire sobre la matanza de Kafr Qana no se puede esperar mucho habida cuenta de la contrastada habilidad de los militares para tapar la muerte de civiles, como sucede normalmente en los territorios palestinos y como ya ocurrió con la matanza de Kafr Qana de hace diez años. Sin embargo, se han filtrado algunos datos de la investigación que apuntan a que, en contra de lo que afirmó el Ejército, el día del bombardeo no se habían disparado cohetes contra Israel desde Kafr Qana ni constaba la presencia de milicianos de Hezbolá en los alrededores del edificio destruido. El edificio en cuestión fue bombardeado, junto con otros edificios, porque en los días anteriores, pero no ese día, los milicianos habían disparado cohetes desde cerca de esa zona, pero no desde el edificio. Esta versión contradice las explicaciones que dio el Ejército.

tracking