Diario de León

Virginia puede retrasar hasta diciembre el resultado definitivo de las elecciones en el Senado

Rumsfeld dimite tras la debacle de los republicanos en las legislativas

Los demócratas, tras doce años, arrebatan a los conservadores la Cámara de Representantes Nanc

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Óscar Santamaría - corresponsal | nueva york
León

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El secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, dimitió ayer, un día después de que los demócratas arrasaran en las elecciones legisltivas en gran parte por la desastrosa situación en Irak. «Después de serias conversaciones, Rumsfeld y yo hemos acordado que es el momento para un nuevo liderazgo al frente del Pentágono», anunció George W. Bush en rueda de prensa en la que hizo un primer balance sobre los comicios. El presidente reveló que Robert Gates, ex director de la CIA, será su sustituto y el encargado de «llevar aire fresco» al Departamento de Defensa. Los demócratas llevaban meses pidiendo la cabeza de Rumsfeld, al igual que un grupo de generales retirados. Haciendo una primera lectura de los resultados electorales, Bush admitió que la situación en Irak influyó a la hora votar. "Reconozco que muchos estadounidenses votaron para expresar su desencanto con la falta de progeso (en el país árabe)", pero negó que la dimisión de Rumsfeld estuviera motivada por la derrota en las urnas al señalar que ya la tenía en mente días atrás. Sea como fuere, Estados Unidos se despertó ayer con un nuevo paisaje político. Los demócratas arrebataron a los republicanos el control de la Cámara de Representantes, mientras sigue pendiente qué pasará con el Senado, con todas las miradas puestas en el crucial desenlace en Virginia. Los resultados suponen un cambio dramático en la dinámica política de Washington después de 12 años en los que los republicanos reinaron en el Congreso. «El pueblo americano ha mandado un claro mensaje de cambio y por una nueva dirección para Estados Unidos», dijo Nancy Pelosi, quien se convertirá en la primera mujer en presidir la Cámara de Representantes. «Hoy hemos hecho historia. Ahora, dejennos que progresemos», señaló Pelosi anoche. Según los resultados oficiales, los demócratas se hicieron con la mayoría en la Cámara de Representantes, donde doblaron los 15 escaños que necesitaban para recuperar su control. En el Senado, consiguieron cinco de los seis asientos claves para inclinar la balanza a su favor, quedando 50-49 escaños a su favor. La moneda está en al aire a la espera de lo que pase en Virginia, donde la carrera ha sido tan ajustada que se volverán a contar todos los votos, lo que podría demorar el desenlace final hasta diciembre. En caso de que ganara el candidato demócrata, los liberales tomarían las riendas, pero si lo hace el republicano el vicepresidente Dick Cheney se convertiría en el fiel de la balanza, que se inclinaría ligeramente hacia los republicanos. Lo que quedó claro es que la estrategia de los liberales de «nacionalizar» las elecciones, convirtiéndolas en un referendum sobre Irak, dio resultado, de acuerdo a las encuestas realizadas a pie de urna en las que un 60% de los votantes mostraron su oposición a la guerra en el país árabe y el 40% dijeron que su voto fue de castigo hacia Bush, cuya popularidad está en nuevos mínimos históricos, en el 35%. Asimismo, los casos de corrupción en el seno del Grand Old Party (como se conoce al Partido Republicano) también les pasó factura. en ciertos momentos.

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