«La golpeé con toda mi fuerza para que soltara mis genitales»

Podía haber ocurrido en Estados Unidos y no habría sorprendido. Los británicos habrían aceptado con impotencia el trato brutal de sus primos a una ciudadana. Pero que el agente sea un bobby de Scotland Yard y la víctima una joven afrobritánica ha llevado el estupor a la cívica sociedad británica. La filmación de la agresión fue recogida por las cámaras cerca de la entrada de una discoteca de Sheffield, en el condado de South Yorkshire. En las imágenes se ve a la joven de 19 años, Toni Comer, caer cuando intentaba subir unas escaleras huyendo de tres agentes y cómo estos la rodean y uno le propina cinco o seis puñetazos. El vídeo, obtenido por «The Guardian» muestra a Mulhall dando cinco puñetazos en una parte del cuerpo imprecisa a Comer, que luego es arrastrada por otros dos policías con los pantalones a la altura de las rodillas. El agente, Anthony Mullhall, quien ha sido retirado de fun-ciones, pero no suspendido en espera de las investigaciones, alegó que la chica le había agarrado los genitales. «La golpeé en un brazo con toda la fuerza que tenía en un intento por obligarla a soltar mis genitales», explicó. Y admitió haber utilizado «fuerza brutal» para poder esposarla. La Comisión Independiente de Quejas a la Policía anunció una investigación, que se prevé difícil tras las palabras de los superiores de la policía de South Yorkshire. Su jefe, Meredydd Hughes, dijo que «el oficial ha utilizado técnicas aprobadas para tratar con sospechosos violentos». La joven había sido expulsada de una discoteca y dañó un coche del portero antes de que apareciera la policía y se provocara éste altercado público.