Sarkozy arranca con ventaja para ser el próximo presidente francés El día 6 repetirá con un 54%

NICOLÁS SARKOZY Unión por el Movimiento Popular VOTOS SÉGOLÈNE ROYAL Partido Socialista VOTOS FRANÇOIS BAYROU Unión por la Democracia Francesa VOTOS JEAN-MARIE LE PEN Frente Nacional VOTOS El hijo de un inmigrante de la nobleza húngara, pero inmigrante al fin y al cabo, parte en cabeza para convertirse en el próximo presidente de Francia. El líder de la derecha neogaullista, Nicolas Sarkozy, se impuso ayer en la primera vuelta de las elecciones presidenciales, al obtener más del 29% de los votos, según los primeros recuentos oficiales. Le sigue muy de cerca la socialista Ségolène Royal (25%), que logró ilusionar a buena parte del centroizquierda con el discurso de «La France presidente (Francia presidenta), su eslogan en la campaña. Sarkozy y Royal volverán a medir sus fuerzas en la segunda vuelta de las presidenciales, el próximo 6 de mayo, afianzando así el relevo generacional en la política francesa, pues tanto el candidato de la UMP como la líder del PS tienen menos de 55 años, frente a los 74 años que tiene el presidente saliente, Jacques Chirac. El centro liberal, representado por François Bayrou, no logró consolidarse como una alternativa firme en la carrera hacia el Elíseo, si bien el líder de la UDF fue vitoreado anoche por sus simpatizantes, pues no en vano obtuvo más del 18% de los sufragios, el triple de lo conseguido en las presidenciales de hace cinco años. El veterano líder de Frente Nacional, Jean-Marie Le Pen, de 79 años, le prestó ayer su nombre y su rostro al fracaso. La extrema derecha fue la gran perdedora en estas elecciones, ya que se quedó muy lejos de repetir la hazaña del 21 de abril del 2002, cuando Le Pen lograba disputar la segunda vuelta frente a Jacques Chirac. El 17% de los votos logrados entonces por el FN se quedaron ayer en poco más del 11%, la cifra que se llevará Le Pen a su casa después de competir cinco veces por la presidencia de la República, ya que su retirada se daba por hecha en caso de que se quedara en la primera vuelta. La bipolarización política entre la izquierda y la derecha, que marcó estas elecciones, es en gran medida la responsable de la caída de la ultraderecha, aunque también Sarkozy -que abrazó algunas de las ideas de Le Pen en seguridad e inmigración-tiene mucho que ver en este fracaso. Los residuales La masiva participación, el voto útil a los dos bloques dominantes y la recuperación de la temática extremista desde el resto del espectro fulminó la dinámica ascendente de Le Pen (11,5%) en las presidenciales: 14,4% en 1988, 15% en 1995 y 16,9% en 2002. Factor perturbador del clásico juego democrático, al declinante caudillo posfascista le queda el consuelo de influir en la contienda con gestos inopinados como un hipotético 'beso de la muerte' a Sarkozy, al llamar a votar por él, circunstancia que exacerbaría las pasiones contra el presidenciable conservador. El 'todos contra Sarkozy', lema que ya empezaba a cobrar cuerpo en la velada electoral, es el recurso movilizador de una extrema izquierda que dilapidó la mitad de su caudal electoral. Sólo el trotskista Olivier Besancenot rebasó con el 4,5% la cota del 3%, bajo la que naufragaron fuerzas hace cinco años en el Gobierno de izquierda plural y ahora grupusculares como Los Verdes (1,5%) y el Partido Comunista (2%) que han pasado de esta cita como meras anécdotas. El candidato conservador al Elíseo, Nicolas Sarkozy, ganaría a la socialista Ségolène Royal con el 54 por ciento de los votos en la segunda y definitiva vuelta del 6 de mayo, según un sondeo de Ipsos-Dell difundido ayer por la noche.