Diario de León

Los dirigentes del PPP, vencedores con 88 escaños, buscan una coalición del resto de partidos

Musharraf se niega a dimitir y toda la oposición intenta expulsarle del poder

Una encuesta desvela que el 75% de los preguntados creen que es la hora de irse

El viudo de Benazir Bhutto y co-presidente del PPP, Asif Zardari

El viudo de Benazir Bhutto y co-presidente del PPP, Asif Zardari

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colpisa | islamabad

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El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, descartó ayer miércoles la posibilidad de dimitir, mientras los partidos de la o posición, que ganaron las legislativas del lunes, se esfuerzan por formar una coalición capaz de expulsar del poder a un aliado clave de Estados Unidos. Tanto Nawaz Sharif, el ex primer ministro que Musharraf derrocó con un golpe de Estado en 1999, como Asif Alí Zardari, el viudo de la opositora asesinada Benazir Bhutto, afirman que están dispuestos a trabajar conjuntamente con los otros partidos de la oposición tras su aplastante victoria en las legislativas. Sharif instó a Musharraf a dimitir, mientras que Zardari afirma que no trabajará con nadie vinculado al partido que apoyó a Musharraf en la última legislatura. La formación de Bhutto, el Partido del Pueblo Pakistaní (PPP), recuerda en un comunicado las «recientes declaraciones del general Musharraf, según las cuales si los partidos que lo respaldan eran derrotados en las elecciones, él renunciaría a su cargo». Sin embargo, pese a la creciente presión, Musharraf declaró al diario estadounidense Wall Street Journa l que no tiene planes de dejar la presidencia de Pakistán. Los sondeos de opinión publicados antes de las elecciones mostraban que el 75% de los paquistaníes encuestados consideran que ha llegado el momento de que Musharraf deje el poder. El resultado de las elecciones mostró asimismo la derrota casi total de los partidos fundamentalistas islámicos, que durante la última legislatura gobernaron la provincia de la Frontera Noroeste, que limita con Afganistán. Parlamento Un Parlamento hostil amenaza la supervivencia política de Musharraf, que podría verse enfrentado a una destitución si la oposición logra sumar una mayoría de dos tercios. La estrategia más probable de Musharraf, según los analistas, podría consistir en cortejar al partido de Bhutto para distanciarlo del de Sharif explotando a la antigua rivalidad entre los dos ex primeros ministros. Musharraf, que el año pasado renunció a sus funciones como jefe de las fuerzas armadas, pierde progresivamente popularidad desde 2007 por su enfrentamiento con el presidente del Tribunal Constitucional y la proclamación el noviembre del estado de excepción. El principal apoyo de Musharraf es los Estados Unidos, que le otorgó una ayuda financiera de 10.000 millones de dólares desde que el presidente paquistaní se convirtió en 2001 en uno de sus aliados claves en la campaña destinada para luchar contra el principal problema «guerra contra el terrorismo».

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