La apertura del curso político en Zimbabue está marcada por el boicot a Mugabe

Los diputados del opositor Movimiento para el Cambio Democrático (MDC) de Zimbabue abuchearon ayer en la apertura del nuevo Parlamento al presidente del país, Robert Mugabe, quien pese al repudio expresó su optimismo acerca de un acuerdo para formar un gobierno de unidad con la oposición. «Acuerdos significativos han sido preparados y las expectativas son de que todos (los participantes en las negociaciones) los firmarán», dijo Mugabe, cuyas palabras fueron recibidas con gritos de «asesino» y «no nos olvidaremos de nuestros muertos» por los legisladores del MDC. Mugabe, al que el MDC no le reconoce legitimidad en su reelección de junio pasado, interrumpió en varias ocasiones su discurso y miró con una expresión entre incrédula y fastidiada a los diputados de la oposición, que lo desairaron desde el mismo momento en que entró en la sala al no ponerse de pie para recibirlo como jefe del Estado, tal como indica el protocolo parlamentario. Propósito común «Las elecciones han quedado detrás y afrontamos ahora un desafío que necesita de una visión y propósito común (para ser vencido). Ahora es el momento de que pongamos primero a Zimbabue», añadió Mugabe, ante el creciente griterío de los diputados del MDC. Los legisladores de la oposición, que previamente habían amenazado con boicotear la sesión de apertura del Parlamento, denunciaron asimismo a la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico que dirige Mugabe.