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«El aterrizaje fue como en una pista de cemento»
Algunos testigos del accidente del Airbus A320 de US Airways relatan cómo vivieron la experiencia y destacan el buen funcionamiento del operativo que se encargó de rescatar a los 155 pasajeros
nueva york
Estaban todos sanos y salvos, muy apretados unos contra otros sobre las alas del Airbus, pero las bajas temperaturas ponían en peligro la vida de algunos pasajeros si los servicios de rescate no actuaban con rapidez. Los buzos de la policía, que se desplazaron a lugar con relativa rapidez, encontraron a dos mujeres casi desvanecidas por el frío, con brazos y piernas congeladas. Por unos momentos después del amerizaje hubo una calma sobrecogedora, con el avión flotando sobre su panza en el centro del río Hudson, justo a la altura de la calle 48, en Manhattan. Un testigo situado en un ático cercano declaró que fue un aterrizaje perfecto, «como si hubiera sido en una pista de cemento». Muy pronto el agua empezó a agitarse por una flotilla de embarcaciones que rodearon la aeronave cuando esta empezaba a hundirse lentamente.
Las primeras tareas de rescate tuvieron lugar dentro del propio aparato. Un pasajero de 31 años contó cómo, junto con otras personas, ayudó a sacar a varias mujeres con niños que tenían dificultades para salir. «Había una mujer caminando a gatas con su bebé en el hombro», dijo.
El último en salir fue el capitán Chesley Sullenberger, que recorrió la cabina dos veces para asegurarse de que no se había quedado nadie atrapado.
Pese a algunos momentos de improvisación, el operativo de rescate funcionó muy bien.
