En León no se aplica la vacuna contra la tuberculosis en la fauna salvaje
¿Qué tienen en común el tejón, el jabalí, los ciervos y las zarigüeyas neozelandesas? Que en cada una de esas especies se desenvuelve la tuberculosis bovina a sus anchas, con el perjuicio consiguiente para los rebaños de manejo doméstico y, por tanto, con alto riesgo de transmisión al hombre.
Aunque en León, uno de los territorios más expuestos al contagio de este tipo de enfermedades por la invasión de los animales salvajes que actúan como reservorio de virus y bacterias de los territorios en los que se alimentan los rebaños de explotaciones ganaderas, no se aplican medidas correctoras, éstas ya existen.
España ya ha experimentado para controlar la tuberculosis bovina a través de la vacunación oral de los jabalíes, que parece su principal reservorio silvestre,; y al parecer hay resultados muy satisfactorios. Han sido investigadores del Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos -”el Irec-” los que han puesto a punto un cebo que permite administrar selectivamente vacunas a los rayones, crías de jabalí, de entre dos y cinco meses. Los primeros experimentos han demostrado la capacidad de la vacuna para reducir la infección y las lesiones en animales vacunados en comparación con animales de control no vacunados, según se transmitió por parte de los investigadores a través de la revista Vaccine.
Jabalí, principal transmisor. El número de jabalíes implicados en los ensayos es reducido y la protección conseguida es del 50%, lo que indica que hacen falta más trabajos, pero España se incorpora con este experimento a la lucha contra la tuberculosis bovina mediante un método que no hace necesaria la captura y manejo de los ejemplares silvestres, algo muy caro y dificultoso. En otros países se realizan esfuerzos semejantes en vacunación oral con los tejones (principal reservorio silvestre en el Reino Unido e Irlanda), los ciervos de cola blanca (Estados Unidos) y las zarigüeyas (Nueva Zelanda). La tuberculosis bovina es una de las principales enfermedades del ganado bovino, en el que causa grandes pérdidas, y puede ser transmitida al hombre por contacto con animales o por consumo de leche no pasteurizada. En Europa, la enfermedad está en vías de eliminación y se mantiene en animales silvestres reservorios naturales, como el jabalí, des obra extendido por los espacios abiertos de toda la provincia.