El sector vinícola tiene cinco años para adecuarse a un mercado libre
La aplicación de la liberalización de los derechos de plantación en los viñedos afectará a los productores sin marcas consolidadas y escasos en red comercial
Viñedos de la Denominación de Origen Tierra de León.
El sector vinícola leonés tiene un lustro por delante para mejorar su capacidad competitiva, sus líneas de comercialización y la notoriedad de sus marcas para encajar de la manera menos lesiva la liberalización del viñedo. La medida está en las correcciones previstas por la Unión Europea para reordenar el sector, con lo que claudicará la regulación impuesta hasta ahora mediante los derechos de plantación, Levantado ese corsé, se expanderá la producción, se elevarán los excedentes de producción, se entregará el género a la apetencia del mercado.
En la nueva situación que aparecerá en el año 2015, de acuerdo con los planes que maneja la Unión, pasará inadvertida sólo para las marcas que se hayan granjeado un prestigio entre los consumidores, los productores que dispongan de una línea o red de distribución sólida, o los que puedan hacer valer su posición a través de la competitividad de precios.
La liberalización prevista del viñedo se gesta en un momento en el que el excedente de producción de vino es una realidad que media entre el producto de calidad y la saturación del mercado. León es un buen ejemplo de esta circunstancia; el vino de etiqueta que sale de las viñas leonesas es un tercio del total de la producción. Un río de valor añadido que se escapa, que no va a engrosar a las marcas sujetas al control de las DO, que sale a granel de las bodegas; o sale el vino de esa forma o sale la uva, antes de transformarse. En la última campaña, sólo 28.000 toneladas de uvas leonesas iniciaron su camino al mercado dentro de los parámetros que ajusta el rigor de una Denominación de Origen. El resto, dos veces esa misma cantidad, no se destinan a embotellar vino con contraetiqueta de DO.
El nuevo mapa productivo que se va a imponer cuando los derechos de viñedo se aparten de la iniciativa libre dejará mayores complicaciones entre los colectivos de producción con menor estructura comercial.
Las nuevas embajadas abiertas por las denominaciones de origen de León servirán para trabajar ese campo de nuevos mercados, precisamente con el fin de que la liberalización, a la vuelta de cinco años, pille a la producción de vino leonés con el mayor mercado posible. Este límite será inversamente proporcional al efecto que sufrirán los viñedos cuando la limitación de los derechos pierda su efecto. El viñedo no será el único sector que camine libre en 2015.