La Junta estudia impugnar en Luxemburgo el reglamento de ayudas al carbón autóctono
Villanueva recuerda que el objetivo principal de esta impugnación es que las empresas no tengan que devolver las ayudas en el año 2018
El vicepresidente segundo y consejero de Economía y Empleo de la Junta de Castilla y León, Tomás Villanueva, reiteró hoy la intención del Gobierno autonómico de impugnar en Luxemburgo el reglamento de ayudas al carbón autóctono, aunque señaló que se está hablando con otras Comunidades y también con Carbunión para estudiar la posibilidad de presentar un recurso conjunto o bien de manera individual por parte de cada una de las instituciones.
Villanueva recordó que el objetivo principal de la impugnación es que las empresas no tengan que devolver las ayudas en el año 2018, ya que el reglamento de ayudas determina que a la finalización del periodo de vigencia, es decir, en el año 2018, las empresas que puedan ser competitivas podrán continuar su actividad siempre y cuando devuelvan todas las ayudas.
Desde la Junta, se considera que este hecho «contraviene en la política europea en cualquier otro sector» y se entiende que la minería es «imprescindible» en España, además de que la seguridad de la reserva es uno de los principios «que no se deben abandonar», por lo que se entiende que en 2018 se pueden tener empresas que sean «perfectamente competitivas», lo que hace que no tenga «ningún sentido» que tengan que devolver las ayudas recibidas a lo largo de estos años.
Estas ayudas, según estimó Villanueva, «van a ser decrecientes» y eso obligará a las empresas a hacer «un gran esfuerzo económico y de competitividad», si bien desde la Junta se entiende que hay «una base jurídica suficiente» para crear un recurso ante los tribunales europeos, que es en lo que está trabajando en la actualidad la Junta de Castilla y León.
En relación a los problemas surgidos en la central de Compostilla, Villanueva expresó el deseo de la Junta de que las empresas mineras empiecen a solucionar su problema de producción, que perciban el precio de las facturas del carbón que venden y que se normalice la actividad económica en el sector minero, al tiempo que se produzca energía en las empresas térmicas, tal y como estaba previsto.