CC.OO. advierte de que en la huelga general se va a «hablar mucho de piquetes»
Xosepe Vega e Ignacio Fernández, ayer en la sede de CC.OO.
El secretario provincial de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández, aseguró ayer que «se hablará mucho» de los piquetes durante la jornada de huelga general convocada para el próximo 29 de marzo, ya que considera que la reforma laboral ha puesto «todas las armas» del lado empresarial.
Fernández, que presentó en rueda de prensa las primeras jornadas «Periodistas. Al servicio de la ciudadanía», dijo que los representantes de los trabajadores están «recibiendo presiones de tal calibre» que si se respondiera con «proporcionalidad» iban a «saltar chispas».
«No sólo nosotros articulamos ese mecanismo», advirtió el líder sindical quien además afirmó que tras la celebración de las últimas manifestaciones en contra de la reforma «no se han perdido tropas en el camino», por lo que recalcó que la huelga general va a ser «tensa», pero un «éxito».
De hecho, subrayó que tanto para el Gobierno como para la parte empresarial la forma en la que se han secundado las movilizaciones ha «afectado a los contrarios», que ahora se dedican a lanzar «bombas de fragmentación» porque «están inquietos».
Ante esta situación, Fernández explicó que con las nuevas convocatorias de protesta, como la huelga general, se pretende «exhortar al Gobierno a que haga lo que no ha hecho», es decir, a que negocie la reforma laboral porque «la forma es más importante que el fondo».
Por su parte, los secretarios generales de UGT y CC.OO. de Castilla y León, Agustín Prieto y Ángel Hernández respectivamente, avisaron ayer de que la conflictividad laboral será «alta» tras la huelga general convocada el 29-M si el Gobierno central no se sienta a negociar la reforma laboral.
Tanto Prieto como Hernández se han pronunciado de esta manera ante los periodistas al iniciar en la capital abulense una «gira» por todas las capitales de la Comunidad y las principales comarcas, con el objetivo e mantener asambleas conjuntas que sirvan para explicar «los efectos lesivos de la reforma laboral».
Ambos líderes sindicales coincidieron en señalar que si al Ejecutivo de Rajoy no se le han dado los 100 días de gracia es porque «no ha esperado ni un minuto para adoptar medidas».