Normalidad y escasa incidencia en la Universidad

La jornada de huelga transcurrió con normalidad, con mucha presencia policial durante la mañana y escasa incidencia en la Universidad de León, salvo pequeños altercados que se produjeron a primera hora de la mañana aunque no hubo ningún problema para acceder a las aulas.

Según datos de la institución académica sólo un 1% del millar de profesores que tiene la ULE han secundado el paro mientras que el 20% del personal de administración y servicios optó por ir a la huelga. Algo que se notó en más medida en la sede administrativa, en El Albéitar, dónde la ausencia de coches en el parking denotaba el seguimiento de la huelga.

En cuanto al seguimiento en los alumnos, fuentes universitarias aseguran que es más difícil de registrar ya que, excepto en los grados, la asistencia a clase no es obligatoria. Sin embargo, para los sindicatos, la afluencia de estudiantes durante la jornada de ayer fue minoritaria y se suspendieron la mayoría de las clases. Mientras, el seguimiento rondó un 30% en el caso del personal de administración y servicios. De este modo, la ULE sería la tercera provincia de la comunidad en este parámetro. Respecto a los profesores, resulta más complicado acercarse al dato exacto de los que se acogieron al paro puesto que no fichan y son los departamentos y los propios centros los que controlan la asistencia.

Lo que sí provocó la jornada de huelga es que la llegada de alumnos y profesores fuera mucho más escalonada de lo habitual y a primera hora de la mañana el campus estaba bastante vacío. Algunos edificios aparecieron con pintadas en las fachadas y otros con las cerraduras inutilizadas por la silicona o palillos de madera. Para evitar un mayor desembolso económico, dado el número de escuelas y facultades que tiene el campus, la ULE adoptó en la tarde del martes la medida de cambiar los bombines de las cerraduras de los centros, que tendrían sólo dos llaves, y que son los que se han estropeado. Es lo que denominan “bombines falsos”. Así, el personal de mantenimiento volvió a cambiar las cerraduras por la mañana por las originales, que tienen hasta 500 llaves, por lo que suponen un mayor coste en caso de ser inutilizados.

También durante la mañana un grupo de jóvenes recorrió Vegazana gritando consignas contra la reforma laboral y a favor de la huelga. Además, ninguna de las cafeterías del Campus sirvió comidas y sólo una de ellas permaneció abierta unas horas para tomar café.