En busca de las primeras truchas del Torío

Arranca la temporada de pesca en León y el río Torío comienza a llenarse con los primeros pescadores. Jordi Bayón y un amigo llevan años pescando en sus aguas a su paso por Vegaquemada. Aquí tienen licencia unos 18 pescadores que, desde hoy, se disputarán las primeras truchas. Podrán hacerlo con muerte hasta el 31 de julio y sin muerte hasta el 15 de octubre.

El día comienza de forma tranquila, el hecho de que el coto esté limitado permite que no sea necesario el madrugón para buscar el mejor sitio, por eso, Bayón y su amigo no entran en el río antes de las 12.00 horas. Antes, indica que suelen hacer «una parada en ruta» para «tomar unos huevos fritos con jamón y un cafelito», que afirma que «nos va muy bien» antes de «prepararnos» y empezar la pesca. Una vez ponen sus pies en el Torío, destaca que «si la cosa se da bien, puede que lleguen las cinco de la tarde y sigamos dentro sin darnos cuenta de que ya es hora de salir».

Para este pescador leonés lo fundamental es «la compañía que traes» y «que te guste este deporte», porque eso y también «la naturaleza» es, según dice, todo lo que «te llevas». En cuanto a las expectativas para esta nueva temporada, subraya que el primer día «no es el mejor para aventurar si la pesca va a ser buena o mala». Esto se debe a que «los peces hasta ahora han estado muy relajados y sin que nadie los molestara y, de repente, aparecemos 15 ó 18 pescadores que, por poco ruido que hagamos, es algo novedoso para ellos».

Sin embargo, sí que reconoce que este año cuentan con un factor «muy negativo», como es la «falta de agua, tanto de la lluvia como de la nieve» y que puede provocar que sea una temporada «floja». En este primer día, apunta que el caudal del Porma es «casi de estiaje» y eso es algo que «los peces también notan». Así, señala que, «aunque las temperaturas del agua son frías», si hubiera un mayor volumen permitiría que la trucha se «reavivara» y «comiera», pero con un caudal bajo y «estabilizado», tendrán que estar «donde puedan».

En cuanto a los peces que se pueden encontrar en el Torío, Bayón indica que es «un río truchero», aunque también se puede pescar «algún ciprínido, boga o barbo, pero escasos y no en grandes bandadas».

50 años pescando

Su afición por la pesca comenzó desde muy pequeñito. Bayón recuerda que tenía sólo «cuatro añitos» cuando empezó a jugar con sus amigos en La Candamia simulando que los palos eran sus cañas de pescar. En esta época destaca que, «el que tenía una caña, era un campeón», por eso, empezaron fabricando las suyas «con unas varas, un poco de nylon y un corcho».

Años más tarde, decidieron coger el tren que los dejaba en Matallana o la bicicleta para pescar en las aguas del Porma. Ahora, asegura que lleva 50 años pescando y que, desde hace unos 20, lo hace de forma profesional. Sin embargo, subraya que lo hace por afición, ya que considera que «los peces donde mejor están es en el río y no en el congelador».