La ULE reclama un debate sobre la Universidad española actual «serio, profundo y basado en la realidad»
El rector confirma que contribuirán «con prudencia y responsabilidad» a la toma de decisiones sobre el sistema universitario de Castilla y León
La Universidad de León (ULE) celebró hoy la festividad de su patrón, San Isidoro de Sevilla, con un solemne acto académico presidido por el rector, José Ángel Hermida, quien reclamó durante su discurso un debate sobre la Universidad española actual que sea «serio, profundo y basado en la realidad».
Hermida hizo alusión en su discurso a la responsabilidad de la situación actual de estas instituciones académicas y consideró que se dispone de «la Universidad que entre todos hemos querido construir», ya que han sido los representantes políticos quienes han aprobado en los parlamentos «todas y cada una de las leyes universitarias» y han sido los gobiernos los que han aprobado la impartición de los títulos y la creación de campus universitarios.
Según Hermida, no son los universitarios los que han diseñado el sistema y, en consecuencia «no resultan justas muchas de las acusaciones que debemos oír». A juicio de Hermida, se debe hacer un debate «serio y profundo» sobre la Universidad española actual, pero «sin axiomas ni prejuicios», sino «basado en la realidad y no en ocurrencias más o menos acertadas». En este sentido, el rector confirmó que desde la ULE se contribuirá «con prudencia y responsabilidad» a la toma de decisiones que se lleve a cabo sobre el sistema universitario de Castilla y León.
Hermida dio a conocer la presentación próxima en el Consejo de Gobierno de la institucioón de la adaptación a la nueva normativa en el ámbito del doctorado, en la que destaca «su consideración como parte de investigación», que quedará adscrito al vicerrectorado competente en materia de investigación «y la creación de escuelas de doctorado», resaltó.
El rector de la ULE se refirió a su reciente discurso de toma de posesión, en el que exigió como base formativa de ciudadanos libres la ética y la cultura del esfuerzo, al entender que son «imprescindibles» para salir de la crisis y para el «rearme moral» que la sociedad necesita.