Llamada vaticana para la Pasión

«Con palmas en nuestras manos, entramos en esta semana grande de nuestra fe, aclamando al verdadero Mesías que traería la paz. Unas manos que tomarán cirios encendidos en la noche santa que se acerca, para romper toda oscuridad con el esplendor de luz pascual; para confesar con solemne convencimiento nuestra fe; para recibir al que vuelve del Padre, vencida la muerte». Con estas palabras, en la parte final de su pregón, monseñor José Manuel del Río Carrasco, anunciaba anoche los días más intensos del año. La Pasión según León, que se levantará a hombros de los braceros en la tarde del Viernes de Dolores y discurrirá, paso a paso, hasta el Domingo de Resurrección.

Ante un abarrotado salón de actos del Nuevo Recreo Industrial, este leonés que ejerce de subsecretario del Consejo Pontificio para la Cultura, con sede en el Vaticano, hizo un recorrido por la Semana Santa leonesa. «Yo siempre quise ser papón, de banda, redoble y tambor... Pero mi abuela Nati me condujo por otros caminos. Me llevaba a su lado a San Isidoro, día tras día, hasta que, con seis años, comencé a ser monaguillo, a servir al Señor detrás del altar».

En el acto participaron los abades, así como el alcalde de León, la presidenta de la Diputación y el subdelegado del Gobierno y el obispo de la Diócesis.